Las conferencias del vocero presidencial, Manuel Adorni, son un ritual libertario en baja. La demostración está en los datos. Durante el primer cuatrimestre del año, el secretario con rango de ministro brindó tan solo 14 conferencias. Menos del 20% de las que realizó durante el mismo período del año anterior, en las que brindó 72; 20 en enero, 17 en febrero, 17 en marzo y 18 en abril de 2024.
Incluso, la última conferencia que brindó el miércoles pasado fue cortada abruptamente por la mitad. Solo respondió tres preguntas cuando había más sorteadas; luego abandonó la sala de conferencias para acompañar al presidente Javier Milei en la Expo EFI.
En 2025, brindó dos en enero, seis en febrero, cuatro en marzo y en abril, el portavoz ofreció tan solo dos conferencias. De esa manera, es fácil constatar que el hombre que se supo ganar la confianza tanto del Presidente como de la secretaria general, Karina Milei, dilata cada vez más el tiempo entre una conferencia y otra.
Un dato clave: todas las conferencias que Adorni brindó en el casi año y medio gestión libertaria no le bastaron para que su figura esté vinculada a Milei. Es por eso que la campaña libertaria en la Ciudad tiene la necesidad de asociar al Presidente a la figura del vocero. Así se explica la visita conjunta el miércoles pasado a Lugano y la cartelería que indica “Adorni es Milei”.
El inicio de la gestión libertaria demandó una mayor presencia de Adorni brindando conferencias. El gobierno de Milei emitía decretos y tomaba las primeras medidas que requerían ser comunicadas y defendidas. Incluso las conferencias fueron utilizadas como insumo de comunicación por parte de la Casa Rosada.
Con el correr de las semanas y los meses, los anuncios se espaciaron. Las conferencias comenzaron a perder efectividad y Adorni fue absorbiendo cada vez más funciones a medida que ganaba la confianza de “El Jefe”.
El vocero presidencial también tuvo la oportunidad de comenzar a viajar con el Presidente. Estuvo en lugares claves, como en la foto con Donald Trump en la CPAC de febrero, o en el último viaje a Roma, cuando Milei participó de las exequias de Francisco. Adorni está “atado” a la firma de decretos y resoluciones. Muchas veces debe esperar a que salgan publicadas en el Boletín Oficial medidas, para poder brindar las conferencias con anuncios concretos.
La campaña también ha hecho lo suyo. Si bien los movimientos electorales del portavoz son de baja intensidad, nadie en la Casa Rosada quiere dar un paso en falso o que se lo acuse a Adorni de utilizar su rol institucional para hacer campaña. El vocero ya avisó que no contestaría preguntas sobre la contienda electoral durante sus conferencias. El esquema que pensaron desde su oficina, de brindar dos conferencias semanales (martes y jueves preferentemente) no se cumplió.
Por ahora, tampoco hay certezas de cuál será el protocolo de vestimenta para asistir a las conferencias o cuáles serán las nuevas condiciones para los periodistas acreditados que tienen contacto diario con el despacho de Adorni. La resolución está por ser emitida desde hace semanas.