Desde el inicio de la pandemia y la implementación de medidas restrictivas para intentar frenar los contagios, la aprobación de la gestión de Alberto Fernández se encuentra en su nivel más bajo. Luego del anuncio del confinamiento estricto, su aprobación cayó 9 puntos y se ubicó en el 32%, mientras que su desaprobación trepó del 48% al 59%, según una encuesta realizada por Poliarquía.
Se trata de un dato relevante en pleno año electoral, cuando oficialismo y oposición comienzan a realizar los primeros movimientos para definir las listas.
En marzo de 2020, y a solo 3 meses de haber asumido, la aprobación del Presidente se encontraba en el 60% contra un 24% de desaprobación. Ese número se modificó tan solo un mes después con un respaldo del 80% y un 12% de rechazo, con la continuidad de la fase 1 de la cuarentena. A partir de allí, la aprobación fue bajando mes a mes hasta llegar a los 32% de la medición de fin de mayo.
Con respecto a las restricciones, el 43% se mostró “muy de acuerdo” o “bastante de acuerdo”, pero fue superado por quienes se declararon “poco” y “nada de acuerdo”, que en conjunto reunieron un 53%.
El estudio también mide la aprobación de acuerdo a la segmentación política de los consultados y mientras que se registra un 69% de aprobación entre los “cristinistas”, seguidores de Cristina Kirchner, los números cambian rotundamente entre quienes se enrolan en el “PJ no cristinista”, que se encuentran mayoritariamente poco de acuerdo con las medidas.
Entre quienes se definen como “macristas”, el 49% se declaró “nada de acuerdo” con las medidas, junto a un 36% que dijo estar “poco de acuerdo”, una cifra bastante similar a quienes defienden a Cambiemos pero no se enrolan dentro del macrismo. En una posición intermedia aparecen quienes dicen ser “independientes”, con un 31% de personas dentro de quienes están “nada de acuerdo” con el endurecimiento y un 19% en el grupo de quienes están “muy de acuerdo”.
Los encuestados están a favor de una flexibilización de las medidas de confinamiento: pasa de 34% a 47% quienes apoyan esta postura en el último mes, que es mayoritaria en todos los segmentos políticos a excepción de los cristinistas. A su vez, en CABA, GBA y el interior se registran incrementos de esta posición, siendo la primera vez en el conurbano que prevalece la idea de flexibilizar por sobre endurecer.
