En 1997, con 23 años y apenas recibida de licenciada en Ciencias Políticas, María Eugenia Vidal empezó a trabajar en la Fundación Sophia que había armado el entonces director ejecutivo de Anses, Horacio Rodríguez Larreta. Ingresó al área social y se encontró con otro joven a cargo de Reforma del Estado: Fernando Straface, hoy secretario General porteño. Trabajaron juntos hasta 2000, cuando él viajó a estudiar a Harvard, apalancado por Larreta, quien ya había hecho una maestría allí.
Ahora, 24 años después, con Vidal como candidata a diputada nacional por la Ciudad tendrá a Straface como jefe de campaña en una mesa política en la que están Federico Salvai, la eterna mano derecha de la ex gobernadora, el diputado radical Emiliano Yacobitti y el “lilito” Maximiliano Ferraro.
El secretario general porteño es amigo personal del jefe de Gobierno y en los últimos cuatro años interactuó con el equipo de Vidal en el gabinete metropolitano que diagramaba políticas para ambos lados de la General Paz. Allí trabajó un médico que se ocupó de la red de Salud AMBA. Un tal Fernán Quirós.
En este sentido, Straface es quien convoca a la mesa política con la UCR y la CC para pensar la estrategia, la comunicación y el diseño de las recorridas que tendrán los candidatos. Con Salvai comparten la pasión por el tenis. El funcionario larretista dedicó buena parte de su vida al deporte con raqueta pero el ex jefe de gabinete vidalista niega haber sido derrotado frecuentemente en las canchas que compartieron.
Con todo, en los primeros trazos ya se visualiza la idea de que Vidal será la candidata que refleje una verdadera coalición, y no una individualidad. Por ello tendrán un buen lugar el economista Martín Tetaz, la diputada Paula Oliveto y también Fernando Iglesias, quien esta semana anunciará con felicidad que será cuarto en la boleta en la que dudó si podía estar dada su tirante relación con el Vidal-larretismo.
Otra cuestión clave de la campaña será la “bajada” de los temas nacionales para contrastarlos con la versión de la Ciudad. Por caso: el tema educativo en la pandemia, o el manejo de las vacunas y su efectividad en la aplicación y distribución.
Mariano Macri a fondo: "Para mí es fundamental desenmascarar a Mauricio"
Por su lado, en Provincia, Diego Santilli tendrá un esquema similar al porteño. Su jefe de campaña será Néstor Grindetti, el intendente de Lanús, y referente de la tercera sección electoral en el sur del Conurbano, la zona más kirchnerista del país.
El vínculo con el “Colorado” se remonta a los primeros años del PRO cuando uno llegaba como la pata PJ del entonces Compromiso por el Cambio y el intendente era uno de los referentes económicos. En 2009 coincidieron en el gabinete porteño: uno en Espacio Público y el otro en Hacienda. Nunca perdieron la buena sintonía y la pasión coincidente por el fútbol, River e Independiente respectivamente.
Ahora, Grindetti se ocupará de la campaña bonaerense en la boleta que irá a la PASO con la UCR. Para ello, trabajará como articulador y sumó al jefe del bloque del PRO en Diputados, Cristian Ritondo, quien se ocupará de los distritos hostiles. Santilli y Ritondo son amigos y socios hace más de 25 años: militaron juntos en el PJ porteño, fueron la pata peronista del macrismo, trabajaron codo a codo en la Seguridad metropolitana (uno en CABA y el otro en Provincia), comparten cientos de anécdotas y hasta suelen hacer muy buenas imitaciones el uno del otro.
A ellos se suma el intendente de La Plata, Julio Garro, quien trabajará en el diseño jurídico legal y con injerencia en el armado seccional. También el periodista e intendente Diego Valenzuela (Tres de Febrero) para la estrategia en comunicación. La campaña ya avizora ser “muy territorial”, con bajadas permanentes de Santilli y los candidatos a los municipios. Y también con la presencia de las figuras del PRO: Vidal, Larreta y Patricia Bullrich recorrerán el territorio bonaerense con los candidatos y los intendentes.