No fue un día peronista. El festejo popular por el 31° aniversario de la vuelta de la democracia se vio alterado por el breve temporal que se desató sobre la Ciudad de Buenos Aires y algunas zonas del conurbano bonaerense. Frente a ello, el Gobierno nacional modificó la organización del evento, pero aseguró que habrá discurso presidencial. Según informaron fuentes oficiales, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner hablará esta noche, ya no en el escenario montado en la Plaza de Mayo, sino dentro de la Casa Rosada.
“Las puertas de la Casa Rosada se abrirán para los militante que quieran seguir el discurso de la jefa de Estado desde los patios internos”, anunció Presidencia de la Nación, a la vez que adelantó que “los espectáculos postergados por las intensas lluvias se terminarán de concretar en el interior de Casa de Gobierno, una vez culminado el discurso de la jefa de Estado”.
La mandataria hablaría al país pasadas las 20, como cierre del multitudinario acto, en el que además hará entrega del premio Azucena Villaflor.
Militancia virtual. Durante el día, funcionarios de distinto rango y referentes kirchneristas dijeron presente en la Plaza de Mayo, y así lo hicieron saber en las redes sociales.
El más original fue el líder del populoso Movimiento Evita y presidente del bloque del Frente para la Victoria en la Provincia de Buenos Aires, Fernando "Chino" Navarro, subió una foto en su cuenta de Twitter: "Choris, sandías y naranjas para todo el mundo en el obelisco".
La previa. Desde las 14, luego de descender de decenas de colectivos, diversas agrupaciones comenzaron a encolumnarse para ganar los primeros lugares en la plaza. Con bombos, cantos militantes y banderas, militantes kirchneristas comenzaron a festejar el Día de la democracia y el Día Internacional de los Derechos Humanos.
Apenas comenzó el temporal, decenas corrieron para resguardarse de la intensa lluvia, en tanto otros resistían con bombos y banderas sin moverse del lugar, consignó la agencia DyN.
El SMN había anunciado bajo la forma de alerta la llegada de la lluvia, que en el centro porteño se inició pasadas las 17,30, cuando el cielo se oscureció y comenzó un diluvio, que los manifestantes ignoraron en un principio, pero luego se vieron las corridas a fin de guarecerse en distintas entradas de edificios.
