Horacio Rodríguez Larreta está seguro en cómo encarar su futuro político. Ni las internas del PRO con el ala dura ni la frase del presidente Alberto Fernández, quien lo llamó “amigo” alteraron sus planes.
Mientras espera que haya pasado el pico de la curva de contagios en la Ciudad, el jefe de Gobierno porteño se mantiene inalterable en su línea directriz: construir una oposición moderada, alejada de la grieta, y con acuerdos con la Nación y la Provincia en materia sanitaria y económica. Siempre mostrando diferencias en ciertos temas específicos pero sin jugar en los extremos.
Esta posición es la que viene sosteniendo Larreta en los encuentros virtuales con dirigentes, intendentes y diputados. “Estoy convencido de que la discusión en la política hay que darla desde el medio, desde la moderación. Estoy en contra de la grieta, hay que superarla”, le dijo hace unos días a un grupo de legisladores. “Ese es el lugar para construir”, agregó.
Por ello, la palabra “amigo” en boca del Presidente no lo puso incómodo, sino todo lo contrario: lo tomó como un buen gesto de un jefe de Estado a quien siempre se ocupa de preservar cuando hace alusiones a la pandemia. “Es un juego de medios y extremos donde Horacio pero también Alberto están”, confía una fuente porteña.
Según los números que atesoran en la sede de la calle Uspallata, siete de cada diez argentinos no creen en seguir con la grieta, en la pelea política, y ven con buenos ojos las fotos donde Larreta se sienta con el Presidente y con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
“Estoy convencido de que la discusión en la política hay que darla desde el medio.”
“Horacio está bien y seguro de adónde quiere ir. Para él es la única manera de salir adelante”, afirman en Uspallata. Y lo argumenta: observa que si juega a fondo con la grieta, aun si gana una elección, los heridos del otro lado de la grieta, la perdedora, generarían un serio problema de gobernabilidad.
Esta posición le generó mucho ruido al interior de Juntos por el Cambio y, en particular, con el PRO. Desde el propio Mauricio Macri pasando por Patricia Bullrich, como presidenta del partido, mostraron sus discrepancias con esta posición. La discusión interna no está saldada pero el nacimiento esta semana de la mesa ejecutiva del PRO calmó los ánimos.
De esto hablaron ayer en un encuentro virtual el propio Macri junto a Bullrich, Larreta, María Eugenia Vidal, un par de referentes de la Coalición Cívica y los radicales Mario Negri, Alfredo Cornejo –jefe de la UCR nacional– y el senador Luis Naidenoff.
“Con el comunicado sobre el asesinato de Fabián Gutiérrez se fueron a la mierda. Pero ahora no va a volver a pasar”, destaca, crudamente, uno de los colaboradores de Larreta.
El jefe de Gobierno porteño, de todas formas, es consciente de los costos internos que paga por esta posición de moderación. En definitiva, los sectores más duros juegan. No es el único que sostiene esta posición: a su lado está Vidal, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio y Emilio Monzó, y un grupo de diputados nacionales y legisladores provinciales.
“El único riesgo que corremos con esta posición que tiene Horacio es terminar corriendo en la avenida del medio que llevó a múltiples fracasos electorales”, razonan en el PRO. Larreta, por ahora, está muy seguro del camino emprendido.