En el ojo de la tormenta, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, echó a su hombre de confianza en el territorio y coordinador de Fuerzas Federales, Roberto Angel Galeano, por "su comportamiento en un operativo de control de cortes de rutas fue incompatible con los principios de profesionalidad necesarios para la supervisión del desempeño de los efectivos policiales".
El Coronel (R) dirigió el operativo de contención de una manifestación de los trabajadores despedidos de la autopartista Lear en la Panamericana. En ese episodio, un gendarme se arrojó adrede sobre el auto de un manifestante para detenerlo. La orden habría partido de boca de la mano derecha de Berni.
El secretario Berni sorprendió a todos con esta decisión luego de justificar la actitud del "gendarme carancho". "El gendarme lo único que hizo fue detener la marcha del auto", indicó.
Interna segura. Las recientes actitudes y opiniones de Berni abrieron una grieta en el firmamento kirchnerista. Cada vez más cuestionado, el secretario de Seguridad decidió cortar por lo sano: "La conducta del Sr. Galeano en episodios recientes contradice los lineamientos ministeriales de prudencia y de profesionalidad en la gestión de la seguridad pública, por lo cual he decidido terminar su contrato", afirmó.
Según declaraciones de fuentes de la cartera de Seguridad a Perfil.com, "el señor Galeano se desempeñaba en sus funciones hace relativamente poco tiempo y ya había tenido un paso anterior en el Ministerio durante la gestión Garré, quien también lo separó de su cargo".
Galeano no sólo cumplía funciones de directivas en los operativos sino que también tenía un activo rol como "espía". Tal como anticipó PERFIL, militantes de organizaciones de izquierda lo detectaron infiltrándose en distintas manifestaciones.
