POLITICA
Quejas empresarias

Teletrabajo: el Senado se dispone a incorporar cambios al proyecto

El ministro de Trabajo Claudio Moroni participó de una reunión de comisión en la hubo chispas entre la oposición y los representantes sindicales.

Buenos Aires: El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, 20200430
El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, participó de la reunión en el Senado. | TELAM

Con la presencia del ministro Claudio Moroni, la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado comenzó hoy a debatir el proyecto de ley de teletrabajo, que ya cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados. La iniciativa resulta estratégica en la regulación de las condiciones laborales en el contexto de la cuarentena, pese a que su puesta en marcha recién está prevista para el regreso a la normalidad.

El texto logró un amplio consenso en la votación del pasado 25 de junio, con 214 voluntades a favor, pero ahora son los empresarios los que alzaron la voz ante el avance parlamentario y, de acuerdo a la discusión que se llevó a cabo de manera virtual, se acordó citar a representantes del sector para que planteen sus objeciones.

Este escenario ya permite vislumbrar la incorporación de cambios en el proyecto original que llegó desde la Cámara de Diputados, lo que obligaría a que una vez que se apruebe en la Cámara Alta, tenga que volver a la cámara de origen para que tenga el visto bueno. 

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Las entidades empresarias que conforman el Grupo de los Seis (UIA, SRA, Cámara de Comercio, Cámara de la Construcción, Bolsa de Comercio y ADEBA) le hicieron llegar ayer al titular de la Comisión, Daniel Lovera, una nota en la que manifestaron su disconformidad con la iniciativa y consideraron que que su tratamiento legislativo "se apresuró sin fundamento".

"Consideramos que el proyecto configura un escenario incierto para esta modalidad de trabajo, que tendrá como principal consecuencia dificultar su adopción", señala el documento que llegó al Senado.

También manifestó su enojo la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) que nuclea a más de 580 compañías socias, con una nota en la que alertó sobre la importancia de "evitar introducir una regulación que reduzca o afecte la riqueza y los beneficios adquiridos para todas las partes involucradas", el centro de la preocupación de los empresarios.

A este reclamo se sumaron la Eurocámara que representa al sistema empresarial europeo y euro-argentino, agrupa a las 15 Cámaras Bilaterales europeas presentes en el País y representa a más de 2,200 empresas, además de IDEA, que integra a unas 500 empresas e industrias de todo el país. 

"Regular en medio de una situación tan extraordinaria como la que estamos viviendo puede resultar desafiante, por lo que apelamos a una visión de largo plazo pensando el día de mañana, y no sólo regular en función de esta situación transitoria", dijeron desde IDEA, en línea con el reclamo sectorial de no apurar ninguna norma ante la urgencia del contexto de aislamiento. 

Sobre los puntos específicos de la norma, advirtieron que "en la práctica resulta sumamente complejo implementar la prohibición de contacto con el trabajador fuera de hora", en alusión al derecho a la desconexión que promueve el proyecto de ley y adicionalmente pide que los requerimientos tecnológicos que deben ser cubiertos por las empresas no caigan en una "excesiva rigidez reglamentaria con el consiguiente incremento en los costos laborales que termine impidiendo a algunos empleadores la adopción de esta modalidad".

La inquietud empresarial fue llevada a la reunión por referentes de la oposición como los senadores Julio Cobos, Gladys González y María Belén Tapia de Juntos por el Cambio. 

"Nosotros nos encontramos en un proceso de revisión y más allá de que entendemos que salió con gran consenso como lo decian todos, somos la cámara de revisión y queremos aportar lo mejor de buena fe", dijo Cobos, que propuso la convocatoria a empresarios de los distintos sectores, con principal foco en las Pymes relacionadas con la industria del conocimiento que puedan sumar algunos ejes de discusión para enriquecer un texto final que, en la medida de lo posible, conforme a todos.

En ese contexto, el jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, coincidió en que "si el proyecto que aprobó Diputados no nos conforma, nosotros como cámara revisora vamos a modificarlo con los aportes de todos".

La reunión comenzó con la exposición del ministro Moroni, que ponderó el texto aprobado en Diputados y admitió que "el teletrabajo tiene una serie de dilemas que hay que resolver como ser el mantener el valor de la vinculación grupal, el mezclar el ámbito laboral con el personal, y el hacer reconocer todos sus derechos, higiene, seguridad". Según dijo el funcionario, "el trabajador que realiza su labor fuera del hogar y el que lo realiza en su casa deben tener los mismos derechos".

Además, explicó ante la inquietud de algunos legisladores que "la ley no tiene que promover ni obstaculizar sino regular. El tema de la reversibilidad queda abierto a los convenios colectivos, a los que le tengo mucha confianza y me parece que en Argentina resuelven muchos problemas, son una herramienta muy ágil".

Durante la reunión hubo algunos cruces entre los senadores del PRO Esteban Bullrich y Gladys González con el titular de la CGT, Héctor Daer, uno de los invitados a dar su punto de vista.

"No estamos generando una avalancha de pedidos de que todo el mundo quiere ir a trabajar a sus casas. Mas allá de las encuestas, les voy a pedir que la representación de los trabajadores se la dejen a las organizaciones sindicales", dijo Daer, en respuesta a los reclamos de la oposición sobre la postura empresaria y remarcó que "estamos generando una norma para no caer en lo que sucede en muchos lugares del mundo que es la precarización de la transferencia de trabajadores de la empresa a su hogar"

González le retrucó que "sería interesante saber con qué empleadores están conversando y en qué términos. También nos interesaría escuchar a los empleadores", en sintonía con el pedido que ya habían hecho algunos colegas de la oposición, presionados por los reclamos empresariales.

Para bajar el tono al entredicho, Daer ofreció sus disculpas por si "alguien se sintió ofendido por lo dicho" pero recordó que "a los representantes sindicales los trabajadores nos eligen democráticamente y los convenios colectivos están en el Ministerio de Trabajo". 

La intención del oficialismo era volver a convocar a la comisión la próxima semana para ya emitir dictamen y llevarlo al recinto, pero es probable que haya una reunión informativa más con la presencia de referentes empresarios para seguir puliendo el texto, comentaron fuentes parlamentarias.