Trastienda de una reunión que cambió el rumbo del PRO

La planta baja de la casa que tiene Franco Macri en Barrio Parque fue el escenario que eligió Mauricio Macri para una de las cumbres más importantes en términos de estrategia política: qué hacer con la provincia de Buenos Aires y con los aliados. La clave: la disertación que realizaría Jaime Duran Barba, el asesor ecuatoriano gurú de las campañas macristas desde hace diez años.

El encuentro sirvió para tomar una decisión trascendental: cerrarle las puertas a Sergio Massa para un acuerdo y descartar un candidato a vicepresidente que no sea “amarillo”. Una estrategia que chocó de frente con el trabajo que venía realizando buena parte de los asesores de Macri.

El jefe de Gobierno porteño suele usar una oficina que instaló en la casa de su padre para reuniones de trascendencia. Por ello, el lunes antes del mediodía llegaron, además de Macri y Duran Barba, el empresario de la construcción y amigo del jefe comunal Nicolás Caputo; el secretario general, Marcos Peña; la vicejefa y candidata a gobernadora María Eugenia Vidal; el ministro de Gobierno y armador político Emilio Monzó, y Horacio Rodríguez Larreta. Es decir, la famosa “mesa chica” del PRO.

Duran Barba presentó un informe con resultados sorprendentes. Explicó que el crecimiento que experimentó Macri en el último año y medio se debió a sostener la idea de que “es lo nuevo” y que “representa el cambio”. Para él, nada tuvieron que ver ni los acuerdos con la UCR ni con Lilita Carrió y el Lole Reutemann.

Para sustentar sus afirmaciones, mostró una encuesta presidencial en la que Macri y Daniel Scioli están en un empate técnico (32% el jefe de Gobierno y 30% el gobernador) y con un dato que dejó atónitos a varios en la mesa: Florencio Randazzo tiene mejor intención de voto que Sergio Massa, quien yace en un cómodo cuarto lugar. En ese marco vino el consejo, tal como publicó ayer PERFIL: que Macri no se muestre con sus aliados. “El Lole y los radicales desperfilan a Mauricio. Con eso no se gana”, les dijo el ecuatoriano. “Mauricio no tiene que estar con la política sino con la gente”, amplió. Añadió que esos datos surgen de los focus groups (estudios cualitativos de opinión pública) que observaron con su mano derecha, Santiago Nieto.

Monzó enfureció y hasta levantó la voz. Su estrategia como armador político fue, justamente, atraer al Lole, a Lilita y a los radicales para generar una base de sustentación y ampliar la oferta.

Luego vino otra etapa en la reunión, dedicada a la Provincia. Duran Barba contó que el conocimiento de Vidal allí es del 60% y el de De Narváez, del 90%. Y agregó que en intención de voto están en porcentajes muy similares, con la ventaja de que a Vidal le queda un trayecto para mejorar y al Colorado no. Así se terminó de cerrar cualquier negociación con el Frente Renovador. Duran Barba sostiene que el perfil de De Narváez coincide con el de Macri, pero no el de Massa. Por ello Vidal será la candidata a gobernadora. Por su lado, Peña se llevó una insinuación: está en carrera como potencial vice de Macri, junto a Rogelio Frigerio y Esteban Bullrich.