Movimientos millonarios, autos de alta gama y sociedades sospechosas de Jaime Stiuso y otros hombres de la Secretaría de Inteligencia serán investigados en la Justicia federal, aunque los jueces no se ponen de acuerdo en quién deberá hacerlo. PERFIL accedió a parte de los Reportes de Operaciones Sospechosas (ROS) que ahora están en manos de la Justicia federal.
En los escritos que tiene la Justicia hay al menos ocho personas vinculadas a la Secretaría de Inteligencia, y una decena de empresas que podrían ser pantalla –es decir, montadas para operaciones de inteligencia– o fantasma –para desviar y lavar dinero del Estado o de la corrupción–. Todas tendrían movimientos millonarios de dinero, llamativos consumos de tarjetas de crédito, propiedades y autos de alta gama que no pueden justificar.
Además dos personas vinculadas a Stiuso –cuyos nombres no trascienden por cuestiones de seguridad– constituyeron sociedades en los Estados Unidos. La sospecha es que podrían ser utilizadas para blanquear dinero ilícito. En la causa hay información que sugiere que los ex agentes y sus esposas hicieron “una cantidad llamativa” de cruces fronterizos. De hecho hay un dato llamativo sobre Stiuso: entre el 14 de enero de 2014 y el 26 de diciembre de 2014, el ex jefe de Operaciones de la SI no registra viajes. Pero tras ser apartado de su cargo, viajó seis veces al Uruguay, entre el 26 de diciembre y el 15 de enero. Algunos de esos viajes son fugases. El 30 de diciembre entró a Buenos Aires y al día siguiente volvió a irse. El 8 de enero permaneció en el Uruguay por sólo cinco horas, informaron fuentes judiciales.
La Unidad de Información Financiera (UIF) solicitó a la AFIP las declaraciones juradas de las empresas y las personas denunciadas. Según el análisis en el que ahora deberá ahondar la Justicia, la firma American Tape SRL no puede justificar el origen de los fondos que utilizó para aumentar su capital social de $ 6 mil a $ 6 millones. Stiuso figuró como uno de los socios de la firma. El crecimiento exponencial de la firma fue en noviembre pasado, semanas antes de la purga en la SI. Otro de sus socios, Juan Carlos Ioanu, gastó $ 728.975 en sólo tres meses con sus tarjetas de crédito. Tampoco podría justificarlo, dijeron a este medio fuentes judiciales.
La Justicia también investigará a la firma MASN Constructoras SRL, que registra –junto a una de sus socias– cheques y efectivo en el Santander Río por $ 5.806.677. No puede justificar esos fondos.
La esposa de uno de los espías denunciados tiene una camioneta Hyundai valuada en $ 500 mil. Tampoco puede justificarla. Construcciones y Tecnologías SA, una firma en la que Stiuso aparece también como socio, compró nueve automóviles, cuatro de alta gama (Toyota modelo Hilux) en el último semestre de 2010.
Algunos de los reportes son recientes pero otros datan, como éste, de hace cinco años. Sin embargo, la UIF remitió todos a la Procelac recién en los últimos días, y la fiscalía especial los analizó y los presentó el lunes en los tribunales. En 2010, Stiuso y sus hombres eran aliados del Gobierno. El director de Operaciones era un eslabón clave en el manejo de las causas contra los Kirchner y otros funcionarios, causas que no debían ver la luz del día. Lo fue hasta que Cristina Fernández de Kirchner decidió cambiar las reglas de esa relación. Con la Procelac, la relación con la ex SIDE siempre fue tensa, especialmente, por el manejo de la causas de lavado.