POLITICA

El día de su muerte, Nisman no hizo llamados telefónicos

El fiscal habló dos veces con el espía Alberto Massino, director de Análisis de la ex SIDE, pero fue dos días antes de su fallecimiento.

Medidas. La fiscalía ordenó peritar las computadoras de Nisman.
| Cedoc

El domingo 18 de enero, cuando perdió la vida, el fiscal Alberto Nisman no realizó ninguna llamada telefónica. La falta de actividad contrasta con la intensa actividad telefónica que el fiscal había exhibido los días anteriores, según los registros que actualmente están en manos de la Justicia.

Del primer análisis de las comunicaciones aparece otro dato significativo: dos días antes de su muerte, habló dos veces y durante alrededor de 18 minutos con el espía Alberto Massino, ex director de Análisis de la Secretaria de Inteligencia.

Massino deberá declarar como testigo en la causa por la muerte del fiscal. Se trata de uno de los hombres de confianza de Jaime Stiuso, ex director de Operaciones de la ex SIDE, que utilizaba uno de los 277 teléfonos a nombre del jefe de los espías y trabajaba en el caso AMIA.

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Una de las conversaciones de ese viernes 16 de enero entre Nisman y Massino duró aproximadamente 15 minutos. La otra charla telefónica fue de alrededor de tres minutos, confirmaron a PERFIL fuentes judiciales. Ambas llamadas fueron realizadas por Nisman.

Massino deberá declarar ante la fiscal Viviana Fein como testigo y explicar de qué hablaron en ambas oportunidades, ya que Stiuso dijo que esa radio Nextel que se comunicó con Nisman estaba a su nombre pero era utilizado por su colega. Stiuso admitió haber recibido un alerta de Nextel de Nisman el sábado 17 de enero pero dijo que no atendió el llamado porque no lo advirtió. Al día siguiente, el domingo 18, Nisman no llamó a nadie con sus radios Nextel, agregaron las fuentes consultadas. La nula actividad telefónica del fiscal ese día –se estima que habría muerto cerca del mediodía– contrasta con el frenético intercambio de llamadas del viernes y sábado previo a la muerte.

Comunicaciones. Los teléfonos serán centrales en la causa a partir de ahora. Las pericias sobre los aparatos de Nisman, una agenda personal y las computadoras del fiscal comenzarán el lunes por la mañana. Fein ordenó que estén a cargo de la División de Apoyo Tecnológico de la Policía Federal, y con la participación de los peritos de parte.

Los llamados no sólo dirán con quién habló Nisman los últimos días de su vida. También se podrá saber parcialmente de qué habló. Los peritos rescatarán y analizarán los mensajes de texto y chats del fiscal. A su vez dispararán una larga lista de citaciones para que los interlocutores se presenten a declarar ante la fiscalía que encabeza Fein.

Los mismos peritos que peritarán los teléfonos y computadoras de Nisman también analizarán las imágenes de los DVR de las torres de Le Parc (grabadores de video digital de las cámaras de seguridad). Allí, la fiscal Fein quiere ver quiénes entraron y salieron del complejo de torres donde vivía Nisman, tanto el día de su muerte, el domingo 18 de enero, como los días previos al hecho.

Hay ocho DVR para analizar, pero sólo se podrán peritar seis, ya que dos de ellos fueron fabricados por una empresa china que aún no entrega la contraseña para acceder a las imágenes albergadas en su interior.

Massino deberá declarar en circunstancias similares a las de Stiuso para proteger su identidad. El espía, como su colega, fue desplazado de la Secretaría de Inteligencia tras la llegada de Oscar Parrilli. Como director de Análisis, Massino ocupaba un lugar estratégico que servía como estación terminal de la información que recopilaban otros sectores de la Secretaría de Inteligencia.

Fein decidió que Stiuso declarara en secreto. El lugar y la fecha de su testimonio no se dio a conocer con anterioridad para preservar al espía. Lo mismo decidió hacer con el espía Massino.