Con la meta de las reelecciones trazada como horizonte, la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, trabajan en consolidar la gestión y, a la vez, potenciar sus figuras de cara a 2019. Junto a su jefe de Gabinete, Federico Salvai, Vidal planea instalar una serie de candidatos propios –y jóvenes– en la primera y la tercera sección electoral para disputarle, y acaso ganarle, municipios al peronismo bonaerense.
Recuperar intendencias que hace más de veinte años están en manos del PJ es uno de los grandes desafíos que tendrá la gobernadora. En La Plata nadie cree que haya un dirigente opositor que pueda hacerle sombra en 2019 a Vidal. Es más, algunos se ilusionan con superar el 50% y hasta mejorar la marca de Daniel Scioli en 2011 (55%).
En ese marco, el miércoles Vidal estará en Lanús con uno de los intendentes claves: Néstor Grindetti, quien colaborará con el armado político de la tercera sección y, en particular, en Avellaneda, distrito gobernador por el kirchnerismo donde la senadora Gladys González intentará ganar el año que viene. Entre otros distritos de la tercera, en La Matanza se dará una de las grandes batallas: el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, buscará dejar de lado más de treinta años de hegemonía peronista y, a pesar de que él también es peronista, pretende llegar con el sello de Cambiemos. El vicejefe porteño, Diego Santilli, será su jefe de campaña.
En la primera también habrá desafíos para la reelección vidalista. Ayer, de hecho, Vidal acompañó al ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano (quien venía de su despedida de soltero la noche anterior), en un timbreo por José León Suárez.
También en la primera será clave el aporte de distritos como Pilar (con Nicolás Ducoté) y Morón (con Ramiro Tagliaferro) para copar otros municipios como Ituzaingó (donde ganó el oficialismo el año pasado). Además, en la Gobernación se esperanzan con que, a diferencia de 2017, el intendente Diego Valenzuela (Tres de Febrero) no quiera meter a ningún familiar en las listas a diputados.
El mapa político vidalista no pretende grandes innovaciones: cercanía con los mano a mano (Vidal tendrá uno en el Conurbano mañana), destacar los hitos de la gestión junto a la imagen en medios de comunicación que sostiene la gobernadora.
Por su parte, para Larreta –quien ayer timbreó en Villa Real– su reelección también sería “lo natural”. Con un gabinete homogéneo, la opción número 1 para acompañarlo es repetir la fórmula con Santilli, lo que minaría las ansias del “colorado” para ser jefe comunal en 2023. El tema no está cerrado aún. Montado en la gestión, que según las encuestas macristas tiene una imagen cercana al 70% de positiva, el jefe de Gobierno porteño tiene preparada una serie de importantes inauguraciones para el primer semestre de 2019.
