Entre 2009 y 2013, la empresa Los Sauces SA les permitió a los Kirchner retirar $ 20,7 millones. En el mismo período, sacaron $ 43,5 millones de Hotesur. Todos los fondos fueron declarados como adelanto de dividendos, no como ganancias, según los balances y documentos a los que accedió el diario Perfil.
Las ganancias millonarias se retiraron de modo irregular, por lo que la familia presidencial habría violado la Ley de Sociedades, ya que declaraban beneficios comerciales como deudas para disminuir su patrimonio real.
Los documentos de Los Sauces SA demuestran que las ganancias de los Kirchner fueron siempre gracias a Lázaro Báez y, en el caso de Los Sauces, también a Cristóbal López.
Los Sauces fue constituida por Máximo Kirchner y sus padres en 2006. El exmandatario tenía el 45% de las acciones; CFK, otro 45% y su hijo, el 10% restante y la presidencia de la compañía. Pero la empresa, dedicada al alquiler de bienes inmuebles propios y a la hotelería, no tuvo actividad durante los dos primeros años, según sus balances.
Al momento que Néstor Kirchner deja el Ejecutivo y Cristina Fernández asume la presidencia, en diciembre de 2007, el exjefe de Estado comenzó a dedicarse más a los negocios.
En 2010 Kirchner retiró dividendos por $ 6,2 millones. Tras su muerte, su esposa e hijos siguieron la misma práctica. En 2011, llegaron a sacar 4,8 millones en concepto de dividendos. En 2012, $ 3,3 millones y en 2013, $ 2 millones más.
En 2013, Los Sauces llegó a tener 8 inmuebles: dos terrenos en El Calafate; dos lotes en Río Gallegos, dos departamentos con cochera en Puerto Madero valuados en $ 2,6 millones y $ 3,9 millones (que alquila López); y una casa de 400 metros cuadrados en Río Gallegos. En abril de 2009, compraron una manzana en El Chaltén, Santa Cruz. En ese terreno, Báez construyó el hotel La Aldea del Chaltén. Es decir que le alquilan el terreno para que construya su hotel. Sociedad a largo, largo plazo.
Se sospecha que en torno a Los Sauces, los alquileres en realidad podían ser sobornos o retornos a los Kirchner por los negocios que entregaron a Báez y López durante estos doce años.
La empresa no declara quiénes son sus inquilinos pero sí sus deudores.