Banderas argentinas, cacerolas y diversos carteles le dijeron “¡Basta!” al Gobierno nacional en la tercera marcha multitudinaria en menos de siete meses.
La concentración comenzó cerca de las 19 en distintas partes del país, aunque había comenzado mucho antes en diversas ciudades del exterior. En la Ciudad de Buenos Aires, la marcha principal comenzó a reunirse en los alrededores del Obelisco. Una hora más tarde, columnas de gente empezar a caminar por Diagonal Norte para llegar a la histórica Plaza de Mayo.
“En general hay muchas cosas por las que la gente está disconforme o no está de acuerdo. Me parece que el tema más latente es el tema de esta intención de querer reformar la Justicia”, dice Agustìn, un joven de 20 años.
Otro de los reclamos se encarna en el planteo de Norma, quien participa de la movilización en defensa de “la división de poderes". "Esto es una republiqueta, no un país. Que la señora (la presidenta Cristina Fernández de Kirchner) recapacite, se ponga las pilas de una buena vez por todas y gobierne para los 40 millones de argentinos”, remarca.
Minutos después de las 21, con la plaza ya estaba colmada, la protesta tenía una longitud de cinco cuadras. En esa misma hora, con dos inmesos parlantes, los manifestantes comenzaron a cantar el Himno Nacional argentino.
Entre los cánticos más repetidos de toda la noche se escuchó: “¡Ladrones, ladrones!” y “¡Se va a acabar la dictadura de los K!”.