Nuevo giro en los "relatos" del supuesto escándalo sobre "la ruta del dinero K" que reveló Jorge Lanata. El principal testigo que había sido entrevistado por el periodista hoy se volvió a arrepentir en una entrevista que le hizo Rolando Graña en América Noticias.
En sintonía con las desmentidas de Leonardo Fariña el martes en Intrusos, Federico Elaskar eligió el noticiero vespertino para arrepentirse de sus confesiones a Lanata, según anticipó Graña. "Elaskar se dio vuelta", se titulaba el informe que prometió transmitir América Noticias.
"Utilicé información que vi y me llegó y la aumenté y maximicé. La verdad es que nunca existió lavado de dinero", dijo Elaskar a Graña, y añadió: "Mentí y pido perdón".
"SGI no era una cueva" y "no sacaba plata en moneda extranjera al exterior", afirmó repetidas veces Elaskar al periodista de América, contradiciendo lo que le había dicho a Lanata. "Lo dije porque estaba enojado y soy joven", se justificó. Además, negó conocer a Lázaro Báez y dijo que habló en Periodismo Para Todos como "palanca para negociar".
Por otro lado, aseguró que le pidió a Lanata que no transmitiera su entrevista. "Antes de que salga el programa le dije en la cara a Lanata que le había mentido", sostuvo el financista y aseguró que le había comunicado su disconformidad con aparecer "de forma total o parcial".
Cuando le preguntaron quién es Leonardo Fariña, no repitió la descripción como "un cadete multimillonario de Lázaro Báez" y reconoció que lo alojó en su casa durante tres semanas porque "había una amistad".
“El conflicto se genera cuando él se hace mediático. Él tenía una prensa con muchos interrogantes. En un negocio con certezas como la actividad financiera, uno no puede tener una persona a así a su lado", continuó.
Elaskar aseguró que al marido de Jelinek "nunca lo vi con valijas y eso que soy el dueño", contó y explicó: "En SGI (entonces su financiera) nunca sacamos plata en moneda extranjera afuera. Lo que hacíamos era todo lícito, lo pueden investigar".
"El problema empezó cuando él se hizo mediático. Y es una cuestión simple, por más amigos que seamos", sostuvo.
Rossi. Sobre el marido de Iliana Calabaró, Elaskar reacomodó su versión: "La única persona que teníamos en Panamá era Fabián Rossi. Él manejaba trámites bancarios pero no eran de lavado de dinero". Convencido, el exdueño de SGI consignó: "A mí me consta que Fabián Rossi delincuente no es".
"Fabián armaba eventos. De hecho para fines de 2012 él estaba armando el evento de fin de año en el que iba a venir (el extitular del BCRA Martín) Redrado. Fabián Rossi trabajaba para nosotros pero no era empleado", dijo y explicó: "Eso se puede constatar. En nuestra nómina de empleados figura un personal de 20 personas en la que el nombre de Rossi no está".
El arrepentido aprovechó para pedirle perdón a la familia Calabró e insistió: "Rossi no es un delincuente".
Arrepentido otra vez. "Después de hablar (en Periodismo Para Todos) vi todo lo que estaba por venir y empezaron a agarrarme ataques de pánico", por eso "le pedí cinco veces a Jorge Lanata y a Nicolás Wiñazki que no lo saquen. Se lo pedí por todos los medios, por mail, por whatsapp, cara a cara".
"Creo que aca se mezcló todo. Por un lado la parte mediática de Leo Fariña, la de Fabián Rossi y yo, que estoy más caliente que enojado", comentó. Elaskar insitió que habló con Lanata como parte de una estrategia para negociar y que lentamente "se me fue de las manos" porque "yo tengo mucha oficina y muy poca calle".
Además, el financista también negó que lo hayan amenazado de muerte, tal como le había dicho a los periodistas de Canal 13: "También mentí en eso. Pido perdón. Nunca me amenazaron".
Elaskar, exdueño de SGI, le había dicho a Lanata que en 2011, Fariña llevó a su empresa entre 50 y 60 millones de euros que pertenecían a Lázaro Báez. "Fariña envió decenas de millones de dólares y euros al extranjero a sociedades off shore que estaban vinculadas a Lázaro Báez y a sus hijos, Leandro y Martín", dijo Elaskar.
Las transferencias, según su primer relato, se hacían por intermediación de un estudio contable radicado en Panamá. Según Elaskar, quien hacía de nexo con esas oficinas era uno de sus empleados: Fabián Rossi, el esposo de la vedette Iliana Calabró.