A una semana de las PASO, el presidente Mauricio Macri buscará concentrarse en los grandes centros urbanos para fortalecer su candidatura. También, incentivará a la gente a que vaya a votar y tratará de mantener una campaña ordenada para minimizar errores.
Por ello, habrá una serie de cierres camino a las primarias que incluirán un acto el martes próximo en Ferro junto a Horacio Rodríguez Larreta y Martín Lousteau, y otro el jueves en el Centro Asturiano de Vicente López, junto a María Eugenia Vidal. Ambos, con un escenario en formato "360 grados".
En el equipo de campaña del Presidente, que encabeza el jefe de Gabinete, Marcos Peña, aseguran que sería un buen resultado lograr una diferencia menor a cinco puntos con la fórmula Fernández-Fernández. Esto, siempre y cuando el kirchnerismo no supere por mucho el 40%. Incluso hay funcionarios de la Casa Rosada que se atreven a especular con un empate técnico y hasta una victoria.
“Son elecciones Airbnb, temporales”, las denomina uno de los consultores más escuchados por el oficialismo. “El que se equivoca menos gana, por supuesto si hay estabilidad del dólar, se reactiva el consumo y la inflación sigue en su tono descendente, pero es clave no equivocarse, como mostró el kirchnerismo estos días”, completa.
"No nos imaginamos gobernar sin Macri", sostienen Vidal y Larreta
En ese marco, en el macrismo ven como un activo que Aníbal Fernández haya expresado que le dejaría sus hijos al femicida Barreda antes que a la gobernadora; la situación de una científica (Sandra Pitta) que denunció tener temor luego de que Alberto Fernández la mencionara ante un grupo del Conicet que lo respalda, o el intendente de Esteban Echeverría y titular del PJ bonaerense, Fernando Gray, quien minimizó las amenazas que recibió Vidal.
En este juego de números, entonces, será clave la diferencia pero también la cercanía al 45%, el número mágico que depositaría al ganador en la Casa Rosada.
Por ello, el resultado de las PASO será clave, tanto para la economía como para generar un “clima de época” que permita visualizar un ganador en octubre. En 2015 la irrupción de Vidal, con un 30%, como la gran sorpresa terminó siendo determinante para que en octubre Macri alcanzara el 34% e ingresara al ballottage con Daniel Scioli, quien esperaba ganar en primera vuelta.
En el oficialismo ven que, dada la hiperpolarización, podría no existir el balotaje pero para que eso ocurra las primarias deberían arrojar una diferencia pequeña entre ambos candidatos que permita buscar, para octubre, el “voto útil” antikirchnerista. Con esa hipótesis trabajan en el laboratorio PRO.
La economía jugará su rol también. Una elección donde la oposición no aparezca como claro ganador podría colaborar con la estabilidad cambiaria, afirman en Balcarce 50.
“Hay que explicarles a los votantes la importancia de votar en las PASO, mostrar que hay un equipo y no cometer errores no forzados, como les está pasando a ellos”, comenta un funcionario que trabaja desde hace años con Macri.
Paralelamente, en Juntos por el Cambio continuarán con la campaña comunicacional para viralizar el “mensaje del cambio”, donde juegan desde los chats de WhatsApp hasta las redes sociales, pasando por los audios que envían el Presidente y la gobernadora a “gente común” de acuerdo a los segmentos que se proponen de antemano: de un jugador de rugby de Rosario a un docente de Formosa, pasando por un directivo de una pyme o un trabajador rural.
Macri habló y desafió a “terminar” con las retenciones
Ayer, de hecho, hubo una acción nacional de 300 encuentros a la vez en 129 localidades del país. Aunque, en rigor, no fue solo un timbreo, hubo despliegue de sombrillas, caminatas y entrega de folletos y volantes y hasta coordinación de las fiscalizaciones que se llevarán a cabo la próxima semana.
Plan V. Por su lado, en la provincia de Buenos Aires no hay tanta expectativa como a nivel nacional. Cerca de la gobernadora admiten que arrancan “desde atrás” pero dicen que recortaron la diferencia con Axel Kicillof en estas semanas. En primer lugar, porque Macri recuperó levemente su imagen en el Conurbano y, además, porque la gobernadora sumó su presencia en distritos “ganables”.
El jefe de la campaña vidalista, Federico Salvai, trabaja sobre cuarenta municipios claves para alcanzar al kirchnerismo. Ello suponen remontar una segura derrota en la tercera sección electoral (sur del Conurbano), pasar al frente en la primera (norte y oeste) y ganar con buen margen en el interior, en particular en Mar del Plata, Bahía Blanca, Tandil y La Plata.
Para octubre, piensan en el vidalismo, podrán sumar un voto disperso que en las PASO podría apostar a José Luis Espert, Juan Gómez Centurión o a Roberto Lavagna. Esos puntos, que quizá no aparezcan en las primarias, serán claves en octubre.
ES/MC