Ni bien pudieron moverse, lo hicieron. Eduardo “Wado” De Pedro ya planeaba recorrer el país cuando se inició la cuarentena y Martín Guzmán esperaba cerrar la reestructuración de la deuda para poder hacerlo. El ministro de Economía cree que “las cuentas son de un solo país”, por eso quiere trabajar en conjunto con los gobernadores, y el titular de la cartera del Interior tiene su apuesta en avanzar hacia un “gobierno federal”. Durante los meses de pandemia, estas miradas se cruzaron y encontraron un objetivo común. Hoy esta fórmula se fortalece con giras por el interior para explicar hacia dónde va la política y la economía del gobierno de Alberto Fernández.
Aunque el rebrote del coronavirus vuelve a alejar al escenario de pospandemia, el Gobierno está decidido a avanzar en la gestión de la reconstrucción. La cara más visible de esta agenda en el interior serán De Pedro y Guzmán, que comenzaron a actuar en tándem.
Se conocieron en el Gobierno. Aunque Guzmán frecuentó el búnker del entonces candidato a presidente, Alberto Fernández, nunca antes se habían cruzado. En las recorridas, no solo firman convenios de asistencia financiera, sino que también se reúnen con empresarios y dirigentes locales para explicar a dónde apunta el Gobierno y la economía.
Con un perfil moderado, De Pedro es el hombre fuerte de Cristina Kirchner en el gabinete pero en las recorridas no hay voces que le pregunten sobre el rol de la vicepresidenta. “En las reuniones con empresarios se arranca diciendo que está permitido hablar de todo en función del aumento de la producción y el empleo por lo cual nadie habla de los roles de nadie”, detalla un testigo de los encuentros.
Al asumir el gobierno y a pedido del Presidente, el ministro del Interior encaró la tarea de hacer un gobierno federal. Por eso, para el armado del Presupuesto 2021 convocó a cada uno de los gobernadores. “El federalismo tiene que ver con tener igualdad de oportunidades, con que cada argentino y argentina pueda desarrollarse y vivir en el lugar donde nació”, dice De Pedro. Es una frase que repite a cada lugar a donde va.
Guzmán es el encargado de ahuyentar dudas sobre el plan económico que muchos sectores aseguran no conocer y no entender. “Desarrollo, inclusión, estabilidad, federalismo y soberanía”, es su combinación preferida al hablar.
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El ministro de Economía también es visto como un moderado. Durante los meses de gestión logró el respaldo presidencial y fue ganando terreno pero también el de la vicepresidenta. Es uno de los pocos funcionarios que puede recibir el llamado de Cristina Kirchner.
Ya desembarcaron en Neuquén y Entre Ríos. De Pedro suele llegar al vuelo con los informes que armó previamente con cada gobernador sobre el perfil productivo de la provincia. Aseguran que no hay tiempo para hablar de otra cosa.
En la intimidad, Guzmán suele elogiar al ministro del Interior como a pocos. Habla de su “inteligencia política”. Con el tono serio que lo caracteriza detalla que De Pedro “pone su sabiduría al servicio de la patria” y destaca su lucidez. De Pedro también lo destaca como uno de los mejores funcionarios. En agosto, cuando cerró el acuerdo con los acreedores Guzmán reconoció en la intimidad que no quiere ser “el ministro de la deuda”. Junto a De Pedro, lo está dejando de ser. En pleno año electoral, el objetivo es que estos dos dirigentes “con criterio de gestión” como los describen en la Casa Rosada, sean las voces moderadas en la defensa del Gobierno. La Rioja y Chaco son sus próximos destinos.
