Con un primer gesto de acuerdo de Juntos por el Cambio, el gobierno nacional se encamina a postergar la fecha de las elecciones primarias y generales, amparado en la crisis sanitaria que espera haber morigerado al menos en parte para la segunda mitad del año.
La fecha para las primarias sería la del domingo 12 de septiembre, cinco semanas después de la convocatoria original fijada para agosto, justamente cuando se dio el pico de la pandemia en la región metropolitana en 2020. Las generales, en tanto, se correría del 27 de octubre al 14 de noviembre.
La intención del oficialismo ya había sido planteada hace dos semanas por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro, a los jefes de los bloques legislativos del principal espacio opositor, que quedaron en responder con relativo apuro por la proximidad de los comicios.
Juntos por el Cambio venía trabajando el tema tanto en el ámbito de la mesa nacional como en lo parlamentario y, según contaron a PERFIL desde el espacio, tenían la respuesta lista para mediados de la semana pasada. Pero el intempestivo anuncio del DNU de Alberto Fernández, con fuertes restricciones a la circulación y la suspensión de las clases en el AMBA, frenó cualquier voluntad de acuerdo entre oficialismo y oposición.
“Desde JxC reafirmamos nuestro interés en contribuir a la mejor gestión de la pandemia y, a la vez, respetar las normas electorales vigentes con la garantía de las elecciones primarias que hoy consagra la ley. Por ello acompañaremos el corrimiento del cronograma y, además, solicitamos al oficialismo la inclusión de una cláusula que reasegure el compromiso del Gobierno Nacional con el respeto de la legislación electoral vigente”.
La cláusula “cerrojo” como ellos mismos la definieron implica el compromiso del Gobierno a través de la incorporación de un artículo en el borrador que fue dado a conocer de que no habrá más modificaciones en la fecha electoral ni que se contemple la posibilidad de suspender las PASO, aún cuando sea complicado el panorama sanitario.
Para el jueves próximo, De Pedro tiene agendada una reunión con los integrantes de la Cámara Nacional Electoral para avanzar en la organización del comicio y al día siguiente volverá al Congreso para participar de una reunión plenaria de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Legislación General para exponer cómo sigue el cronograma de licitaciones y cómo será el marco sanitario de las elecciones. En este último punto se incorpora también el planteo de los jueces electorales, que dio a conocer la jueza María Servini de que no van a permitir que en las PASO haya personas afectadas al operativo electoral, autoridades de mesa ni fiscales que no estén vacunados, por lo que habrá que trabajar en una estrategia puntual sobre este aspecto.
Entre los invitados del viernes también habrá gobernadores, muchos de los cuales fueron los primeros en motorizar la idea de suspender las PASO a finales del año pasado que ahora se suman al respaldo de esta iniciativa.
Temor opositor por versión de que suspenderían las PASO
La modificación de cualquier ley electoral requiere el voto de la mayoría absoluta de los integrantes de cada cámara legislativa, lo que en Diputados significa 129 voluntades a favor. Pero en los últimos días había comenzado a trascender en el Congreso un número mágico que al parecer habría “asustado” a algunos referentes de Juntos por el Cambio. Desde el massismo levantaron la apuesta y le mandaron a decir a la oposición que ya tenían 137 votos a favor que les podía permitir no solo modificar la fecha sino también suspender las PASO, una alternativa que rechaza de plano Juntos por el Cambio.
Los jefes parlamentarios Mario Negri y Cristian Ritondo fueron los nexos opositores tanto con De Pedro como con Máximo Kirchner y venían trabajando hace varios días el acuerdo que no terminaba de darse a conocer.
Por eso es que surgió el empujón informal que habría preocupado a algunos más que a otros. Patricia Bullrich y Mauricio Macri estaban en el primer grupo mientras que el radical Alfredo Cornejo se mantuvo más escéptico, pero también a favor de avanzar con la modificación del calendario.
Según comentan, ahora la pelota quedó del lado del oficialismo que debe contestar si acepta la cláusula “cerrojo” y que en principio no sería un inconveniente para avanzar con el dictamen y llevar el tema al recinto lo antes posible.
Con el envión acuerdista, el Frente de Todos aprovecharía también para tratar en una mega sesión en la primera semana de mayo el nuevo régimen de biocombustibles y el etiquetado frontal de alimentos.