POLITICA

Zaffaroni confirmó su renuncia y deja una Corte Suprema "renga"

El penalista abandona su cargo en enero por haber cumplido los 75 años. Cómo funcionará el máximo tribunal del país sin su presencia.

Zaffaroni prepara el retiro.
| Cedoc

"Yo prácticamente estoy ido". Con esas palabras, el juez Eugenio Raúl Zaffaroni confirmó en público lo que en privado ya era conocido y anunciado: que abandonará la Corte Suprema de Justicia de la Nación a partir de enero de 2015.

El penalista cumple 75 años el 7 de enero próximo. La reforma de la Constitución Nacional de 1994 estableció que a esa edad los miembros del máximo tribunal deben jubilarse. Gracias a una acordada firmada por los mismos miembros de la Corte, quedaron exceptuados quienes hayan sido nombrados antes de la promulgación de esa norma. Eso abarcaba a Enrique Petracchi, fallecido ayer; y Carlos Fayt, quien -a los 96 años- aún planea mantenerse en el cargo.

Fue precisamente en el entierro de Petracchi, en el cementerio porteño de Recoleta, que Zaffaroni pronunció la frase. "Ahora por desgracia quedamos los cinco (jueces) que prevé la ley. Yéndome yo quedaría una vacante, bueno eso es un problema político", dijo el magistrado ante la pregunta de un cronista de TN.

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Con la salida de Zaffaroni sólo quedan el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, que aspirar a mantener la autonomía del Ejecutivo Nacional; Elena Highton de Nolasco (nombrada por Néstor Kirchner en 2004), una independiente que en ocasiones vota en coincidencia con el gobierno; Carlos Maqueda, designado por Eduardo Duhalde y eternamente opositor; y Carlos Fayt, cuyo voto generalmente es opuesto a los deseos del oficialismo.

Resulta curioso que uno de los jueces más afines al kirchnerismo deje al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en desventaja en el tribunal supremo. Con la muerte de Petracchi pasaba a aplicarse la Ley 26.183, promulgada en noviembre de 2006, que reducía los miembros de la Corte Suprema a cinco. Zaffaroni podría quedarse en el cargo hasta el 6 de enero de 2016, un día antes de cumplir los 76 años, o extender su mandato cinco años más, por única vez, con aprobación del Senado.

Hay varios nombres en danza para reemplazarlo: la ultrakirchnerista Alejandra Gils Carbó; actual Procuradora General de la Nación; el penalista León Arslanián, afín al oficialismo pero con respaldo de la oposición; y el radical Ricardo Gil Lavedra. También se menciona a Alejandro Slokar (profesor titular de Derecho Penal en la UBA y autor junto a Zaffaroni de un manual de Derecho Penal), Marcos Grabivker (presidente de la Cámara Penal Económica), Alberto Dalla Via (juez de la Cámara Nacional electoral), Nicolás Fernández (ex senador K, respaldado por el massismo) y Aída Kemelmajer de Carlucci (independiente y una de las redactoras del nuevo Código Civil y Comercial).

El problema para todos los posibles candidatos es el mismo: necesitaría conseguir la aprobación de los dos tercios del Senado. Los postulantes que más le gustan al oficialismo no suelen ser del agrado de la oposición, y viceversa. Además, para el ultrakirchnerismo, tener respaldo de “la contra” es casi una sentencia: lo sufrió el expresidente del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, mirado con recelo por los votos casi unánimes que cosechó en el Congreso.

Si Zaffaroni no estira su mandato durante un año más y si no se designa a su reemplazante, el máximo tribunal seguirá operando con cuatro miembros. En caso de empate, se podría incorporar un conjuez, designado por sorteo entre los camaristas federales y nacionales. Así, Zaffaroni le dejaría a a Cristina una Corte Suprema “renga” y mayormente “independiente”. Que, para el kirchnerismo, es lo mismo que decir “opositora”.