A los 84 años, murió Pino Solanas en París. Cerca de dos semanas atrás el ex legislador y cineasta, nombrado por Alberto Fernández como embajador argentino ante la UNESCO, había contado en Twitter que estaba internado por un cuadro de coronavirus. Esa situación pareció en primera instancia estar bajo control, pero fue agravándose en las últimas horas y finalmente terminaron con su vida. Su esposa, Angela Correa, también afectada por coronavirus, se recupera en la casa que ambos ocupaban en la capital Francesa.
La Cancillería confirmó en horas de la madrugada, a través de sus redes sociales, la triste noticia:
Enorme dolor por Pino Solanas. Murió en cumplimiento de sus funciones como embajador de Argentina ante la UNESCO.
Será recordado por su arte, por su compromiso político y por su ética puesta siempre al servicio de un país mejor.
Un abrazo a su familia y sus amigos.— Cancillería Argentina 🇦🇷 (@Cancilleria_Ar) November 7, 2020Esto no les gusta a los autoritariosEl ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.Hoy más que nunca Suscribite
El pasado 21 de octubre Pino Solanas había escrito en su cuenta de Twitter: “Amig@s sigo en terapia intensiva. Mi estado es delicado y estoy bien atendido. Sigo resistiendo. Con mi mujer, Angela, que también se encuentra internada, queremos agradecer los apoyos a todos. No dejen de cuidarse.”
Fue de esa manera que a comienzos del mes pasado también informó que él y su mujer tenían COVID19. "Quiero contarles que junto a mi mujer, Angela Correa, dimos positivos de Covid-19, aquí en París. Por mi parte me encuentro en el hospital bajo observación médica. Mi mujer aislada en nuestra casa. Gracias por los mensajes de apoyo. Cuidémonos entre todos". Por el momento, no hay ninguna comunicación oficial al respecto, tampoco de su familia en París y en Argentina.
Su última gestión pública en su carácter de embajador había sido el 5 de octubre cuando viajó al Vaticano para entrevistarse con el papa Francisco.
EI/HB