La escandalosa salida de Donald Trump del poder puso el foco en casi todo lo que fueron sus últimos días en la Casa Blanca. Sobre todo después del asalto al Capitolio que protagonizaron sus seguidores el pasado 6 de enero. Y los indultos que otorgó en las últimas semanas, se observaron con más atención que los dados, por ejemplo, por los Bush, Bill Clinton u Barack Obama.
“Trump concedió indultos a 73 personas y conmutó las sentencias de otras 70 personas”, decía el comunicado de la Casa Blanca a horas antes de éste deje su cargo. La mayoría de los indultados tenían penas por delitos varios. Entre otros, estafas, fraudes fiscales, evasión de impuestos, posesión e intento de distribución de drogas, robos, falsos testimonios, obstrucción a la Justicia, apuestas ilegales en competencias deportivas, lavado de dinero.
El suegro de Ivanka Trump también logró el indulto de Trump.
En Estados Unidos, los presidentes tienen la facultad de otorgar indultos y conmutar penas por delitos federales, es decir aquellos que se cometen contra la nación. De hecho, ese poder está dentro de la Constitución. Con el tiempo se transformó en una especie de “tradición” que el último día de cada gestión, cada presidente norteamericano haga uso de esa potestad. Donald Trump no fue la excepción a la hora de dar indultos.
Raperos, contrabandistas, y un muerto indultado
Un caso que llamó la atención fue el del rapero Lil Wayne, quien esperaba una sentencia de hasta diez años por posesión de arma ilegal. El indulto de Trump lo eximió de esa condena. Del mundo de la música, Michael Harris también fue indultado. Este co-fundador del sello Death Row Records -que editó album de Tupac Shakur, por ejemplo-, cumplía una condena de 25 años por intento de asesinato y secuestro. De hecho, Snop-Dogg hace un mes estaba en campaña para lograr este indulto de Trump.
Otro caso es el de Robert Bowker a quien el ex presidente le concedió un perdón que lo exime de cumplir su pena en prisión por contrabando de animales salvajes. Randall “Duke” Cunningham, también fue beneficiado con el indulto de Trump. En este caso hubo críticas porque pertenecía al Partido Republicano y lo encontraron culpable de aceptar sobornos por más de dos millones de dólares de contratistas del Estado.
También hubo un caso muy particular: Martin Jorgensen, se le dio un indulto post-mortem. Parte de su familia continuaba presa por estafar clientes con la venta de alimentos que no eran los que se indicaba en las etiquetas. Ahora todos ellos -muerto incluido-, están libres de culpa y cargo. La lista de indultados y conmutados es larga. Muchos de ellos cometieron delitos relacionados a la tenencia y el intento de comercialización de drogas como es el caso de Desiree Perez. Otros cometieron estafas a bancos y al sistema de salud, intentaron ocultar crímenes en investigaciones federales, intentos de secuestros, y también algunos robos menores.
Indultos para los amigos
Y por supuesto están los indultos a “los amigos de Trump”. Por ejemplo, Steve Bannon, quien fue su jefe estratégico de campaña. En agosto de 2020, lo acusaron a él y a otras tres personas de defraudar a donantes de más de un millón de dólares como parte de una campaña de recaudación de fondos supuestamente dirigida a apoyar el muro fronterizo de Trump. Otro caso es el de Charles Kushner, su consuegro, sobre el pesan penas por evasión fiscal, manipulación de testigos y aportes ilegales. Y hasta Jared Kushner, yerno de Trump, logró el indulto para su amigo Kenneth Karson. Este último estaba en una causa por acoso cibernético durante su juicio de divorcio de octubre de 2020. No solo Trump utilizó el indulto, todos los presidentes de Estados Unidos lo hicieron. Un ejemplo que demuestra esto es el de Amy Povah, sentenciada por ofensas relacionadas al consumo y distribución de drogas. No es la primera vez que Povah resulta beneficiada con un indulto; en 2000, Bill Clinton le conmutó una condena también relacionada a las drogas.
CP
