Julián Kartun es el artista detrás de Caro Pardíaco, el personaje del momento en el streaming argentino. Ese personaje surgió hace varios años y se popularizó –por primera vez– en el programa cómico Cualca, que Kartun hacía junto a Malena Pichot, Charo López, Julián Lucero y Julián Doregger. Mauricio Kartun, dramaturgo, actor y padre de Julián, comentó en una entrevista reciente en el Canal de la Ciudad la verdadera génesis de este personaje: “Caro Pardíaco era un personaje que él nos hacía desde el asiento de atrás en los viajes, para joder a su hermana, porque era una parodia de las amigas de ella”.
Linaje de artistas. Sucede algo curioso con ese linaje: decir que Kartun padre es el dramaturgo más importante de la actualidad, sería más una suscripción estética que una exageración. De la activa y expansiva escena del teatro nacional, Mauricio Kartun se destaca en su investigación del circo criollo, poniendo en diálogo la dialéctica del amo y el esclavo, como en Terrenal, o la relación del artista con el poder, temática central de su última obra, La vis cómica, por mencionar sus dos firmas más recientes. Y su madre, es la actriz Mónica Estévez; en esa cuna nació Julián. Su hermana, la escritora Luciana Kartun complementan este vínculo sanguíneo con el arte y con las palabras.
Olga,un exitoso proyecto de "hijos de.." que se hicieron solos.
En la mencionada Cualca, serie que tomó la posta del humor de sketches en el 2012, como parte del programa Duro de Domar y que luego se hizo muy popular en Youtube y Vimeo, Julián hizo muchos personajes. Junto a Malena Pichot –de quien en ese momento era pareja–, Charo López, Julián Lucero y Julián Doregger, supo darle forma a un universo humorístico que no le escapaba a posicionamientos políticos. Había, por supuesto, sketches más banales pero lo que caracterizaba al ciclo era la eficacia de los guiones a la hora de tratar temas sensibles que en aquella década, no representaban discusiones saldadas: por ejemplo, sexo y sexualidad, violencia obstetricia, feminismo o clasismo.
Parándose en un lugar riesgoso, en Cualca ponían en práctica un humor que podía generar en el espectador dos percepciones antagónicas: o la familiaridad con un comportamiento o experiencia, o bien la complicidad desde una risa politizada, motorizada por la verificación del registro político. Es difícil imaginar, en este caso, una tercera posición, si bien lo que sucede con el humor es que los sketches quedan y las épocas cambian. A los matices los constituyen los nuevos tiempos.
Cardo Pardíaco en 2012 era una 'cheta', en 2024 es un 'milipili'
El primer debut de Caro Pardíaco. En ese compendio de temáticas de Cualca, Caro Pardíaco emergió como una voz que armonizaba distinto. Era la parodia de una chica que podría mentarse como “cheta” que, atravesada por las superficialidades de su tiempo, sus preocupaciones sintonizaban con las de una influencer. Porque en los sketches en los que aparecía, Caro Pardíaco era insinuada como una persona con muchos seguidores. Los retuits o las menciones en redes sociales alimentaban un narcisismo que en aquellos tiempos contrastaba, en el caso de Julián Kartun, no con la masividad de este presente.
Ahora la situación cambió. En 2023 gozó de mucha visibilidad como actor, al interpretar el papel de Luis Alberto Spinetta en la biopic de Fito Páez El amor después del amor. Un papel riesgoso del que salió airoso. También tuvo participaciones en la telenovela Argentina tierra de amor y venganza (ATAV). Más allá de lo teatral y actoral Julián tiene una banda, El Kuelgue, que empezó a raíz de un impulso lúdico y poco a poco se convirtió en un proyecto serio que ya tiene cinco discos y gira más allá de la Argentina. Y también fue uno los integrantes del equipo de Futurock, la radio de Julia Mengolini.
El Kuelgue, la banda de Villa Crespo, según Julián Kartun.
Y caro renace.... A esa visibilidad creciente en la escena musical, se le sumó una un condimento más. A comienzos de año, Se extraña a la Nona, programa que el canal de streaming Olga conduce Yayo, convocó a “Caro Pardíaco” para formar parte del elenco que integran Fran Gómez, el cordobés Pelao Khe y Grego Rossello. Yayo ya había interactuado con el personaje, en el segmento “Hablemos sin Saber” del programa Sin Codificar.
La intervención de Caro Pardíaco se hizo viral de manera espontánea a finales del año pasado. Con un par de respuestas, el personaje se pintaba de cabo a rabo y Yayo no podía aguantar la risa. Por eso, cuando comenzó la nueva colaboración, hubo mucho entusiasmo, y las intervenciones de media hora de Caro Pardíaco, fueron desde el inicio un éxito total: es decir, sus métricas son impresionantes. Eso animó a que el equipo completo de Se extraña a la Nona a hacer en agosto próximo un show en el Movistar Arena.
Modelo que cotiza. Esta versión de Caro Pardíaco, por supuesto, presenta algunos cambios respecto de la original. El personaje está más suelto en la modulación, la que parece casi totalmente integrada a la manera de hablar del actor. Y se autodefine así: “Soy influencer, fitfluencer, community manager, creadora de contenido o content creator. Hija de un famoso empresario que tiene un montón de empresas con un montón de empleados, ahora menos; ponele que antes eran cuarenta empresas y ahora son menos”.
Además, florecieron algunos carices impensados en el personaje: una extraña forma de empatía, una galopante envidia por aquellas influencers a quienes (Caro Pardíaco) ve como competencia directa, y unos tintes aspiracionales que bien podrían ser consecuencia de una merma en la fortuna de los ficticios padres, principales mecenas de esta “influencer”. En una entrevista en el canal de streaming Blender, Kartun advirtió que el personaje “podría cansar”. Por ahora no parece estar sucediendo y quizá el actor entendió que el secreto está en hacerlo evolucionar y en evitar la sobreexposición. Esta misma regla aplica Kartun a un presente impensado en su origen: a Caro Pardíaco la buscan marcas como protagonista de sus publicidades.
