PROTAGONISTAS
Streaming argentino

La 'Fábrica de Jingles' en tiempos de Milei presidente

Pedro Rosemblat estrenó con éxito la temporada 2024 de 'Fábrica de Jingles'. Su par creativo Marcos Aramburu, habla de esta etapa

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Creativo. Pedro Rosemblat, alma máter del canal Gelatina. | cedoc

La Fábrica de Jingles que creó el canal de streaming Gelatina marcó las elecciones nacionales de 2023. Y a casi cinco meses de la asunción de Javier Milei como presidente, esa propuesta streamera se relanzó en Industria nacional, programa que en Gelatina conducen Pedro Rosemblat, el periodista Matías Mowszet, la dibujante y humorista Lía “la Cope” Copello, y el conductor y productor Marcos Aramburu.

El desafío 2024 de los canales de streaming argentino.

Estos jingles que envía la audiencia de Industria nacional son, según la distintas miradas, análisis sintéticos de la realidad político o simples chistes, o cápsulas efímeras de humor político. Y como sucedió en 2023, el formato funciona  en redes, y cada jueves presentan una selección de los cientos que reciben por semana. PERFIL dialogó con Marcos Aramburu al respecto.

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—¿Es más o menos divertida la ‘Fábrica de jingles’ en este año no electoral?

—No lo sé. Sí creo que el año pasado contaba con el factor sorpresa: era algo distinto. También teníamos la sensación de estar incidiendo en la realidad. Hoy tiene más que ver con el entretenimiento. Y tiene una cierta incidencia, pero no es lo mismo.

¿Cómo las crisis económica cambió el consumo de streaming?

—¿Qué significa esto de jugar con canciones preexistentes?

—Para mí no es mucho más que un juego. Me gusta que sea una pavada, y no me gusta cuando tratan de solemnizarlo demasiado. Es un juego, un chiste que hacemos. No sé si le encuentro mucha más explicación que eso.

—¿Siempre hiciste música?

—Sí, desde que soy chico. Y siempre hice el juego de cambiarle la letra a las canciones, porque soy muy malo recordándolas.

—¿Cuáles son los límites para un jingle?

—El único límite es que sea gracioso. Como pasa con cualquier forma de humor.

—Los escuché decir alguna vez –en ‘Industria nacional’– que los jingles son una síntesis del pensamiento sobre la política contemporáneo. ¿Creés que hay algo de eso?

—Yo no estoy de acuerdo con eso. Creo que son más una pavada, un chiste. Y obvio, como todo chiste y como toda pavada, necesita inteligencia. Para hacer un buen chiste hay que ser inteligente. Pero no sé si es una síntesis del pensamiento sobre la política contemporánea. Se que Pedro (Rosemblat) lo pone en esos términos, pero me parece un poco pretencioso verlo así (risas).

—Por otro lado, los equipos de campaña apuntaban a los jingles. ¿Creés que unos buenos jingles pueden tener alguna influencia en algo?

—No sé. El año pasado algún tipo de influencia creo que tuvieron. Después, de ahí a una influencia real como,por ejemplo,  a conseguir un voto, no lo sé; sería difícil de medir eso