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La infanta Leonor y Amalia: futuras reinas de España y Holanda

Hoy son princesas, pero ascendarán al trono. Cómo es la vida de estas pequeñas, entre colegio y protocolo. Galería de fotos

Leonor. Tiene 8 años y sus padres tratan que tenga una vida “normal”. / Amalia. Es la hija mayor de Máxima y Guillermo: habla inglés con la ex reina y español con sus abuelos argentinos.
| Cedoc

Con sólo 8 y 10 años, por ahora su vida tiene más que ver con ir a la escuela que con imaginar cómo es eso de ser reina en el siglo XXI. Sin embargo, tanto la infanta Leonor como Catharina Amalia ya son hoy las próximas herederas del trono en España y Holanda respectivamente. Esta semana, y luego de 39 años, el rey Juan Carlos decidió abdicar en favor de su hijo, el príncipe Felipe de Borbón, el reinado de España. Automáticamete, Leonor –hija de Felipe y Letizia Ortiz– se convertirá en princesa y en un futuro, si la familia real no se agranda con un hijo varón, ella será reina de España.

Leonor de Borbón nació el 31 de octubre de 2005. “Una niña grande y parece que fuerte, que tiene los rasgos de los dos, aunque pronto la vais a ver”, aseguraba ante su reciente paternidad el príncipe Felipe, quien años más tarde sería padre de su segunda hija, Sofía. En el caso de que llegue a reinar, lo haría probablemente con el nombre de Leonor I de España.

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En enero de 2006, Leonor fue bautizada en el Palacio de la Zarzuela. Desde ese momento, sus apariciones en público han sido contadas con los dedos de una mano: el inicio del ciclo escolar, la misa de Pascua y las vacaciones que la familia real suele pasar en la paradisíaca Palma de Mallorca. Su primera recepción oficial fue en el Palacio Real de Madrid, luego de la victoria de la selección española en el Mundial de Sudáfrica 2011.

Esta semana, Felipe anunció que la Fundación Príncipe de Gerona, la cual preside y se encarga de fomentar actividades para los jóvenes, cambiará su nombre cuando él sea rey: pasará a llamarse Fundación Princesa de Gerona, en alusión a la infanta Leonor, aunque por edad –tiene 8 años– no podrá ser aún la presidenta. Los futuros reyes han expresado siempre su deseo de que sus hijas tuvieran una infancia feliz y tranquila, como las demás niñas. Es por eso que el rol público de la infanta Leonor ha sido muy limitado hasta el momento.

Reina. Dicen que cuando su papá le informó que sería el nuevo rey de Holanda, porque su abuela Beatriz abdicaría el trono, la princesa Catharina Amalia preguntó a Guillermo: “¿Y tú por cuánto tiempo estarás?”. Desde hace un año, cuando Guillermo se transformó en rey, Amalia se transformó en la inmediata heredera al trono. De esta forma, en su caso, reanudará ese matriarcado real que cumplieron su tatarabuela Guillermina, su bisabuela Juliana y su abuela Beatriz antes de que su papá se convierta en el primer hombre que llegara al trono holandés en 123 años. Con sólo diez años, Catharina Amalia ya conoce sus responsabilidades, el protocolo y sus obligaciones, aunque en estos años las tareas del colegio tengan prioridad sobre las actividades reales. Nacida el 7 de diciembre de 2003, Amalia habla holandés con su padre e inglés con su abuela, y estudia en la escuela pública de Flower Camp, en el barrio de Bloemcamp. El español es el lenguaje con el que tanto ella como sus dos hermanas, Alexia y Ariane, se comunican con Máxima, sus abuelos y tíos en Buenos Aires. Amalia practica equitación y a veces sus padres la llevan junto a sus hermanas a shows deportivos en Amsterdam. También juega al hockey, patina, anda en bicicleta y esquía. Rubia, traviesa, divertida, vive junto a sus padres en Villa Eikenhorst, la residencia de la reina Beatriz en medio del campo, rodeada de bosques, canales, patos, cisnes y caballos.

Una vez por año, la familia organiza una foto familiar para la prensa pero los reyes prefieren que sus hijas crezcan sin presiones ni exposición mediática, alejadas de las lentes de los fotógrafos. Fue justamente Amalia quien se convirtió en foco de una tormenta cuando la revista Nieuwe Revu publicó fotos de la pequeña jugando al hockey. Con este material, la revista violó el código que existe entre la prensa holandesa y la monarquía, que estipula que no se pueden publicar fotos de la familia real que no sean parte de eventos oficiales.