Después de más de un cuarto de siglo, Portugal volvió a ser escenario de una "boda real": la infanta María Francisca, duquesa de Coimbra y segunda hija de los duques de Braganza y descendiente de los reyes del país ibérico, se casó con el abogado portugués Duarte de Sousa Araújo Martins.
el evento, celebrado en el convento de Mafra, fue la primera boda real portuguesa desde finales del siglo XX y atrajo a invitados de varias familias reales de todo el mundo. María Francisca de Portugal, de 26 años, y el abogado Duarte de Sousa Araújo, de 30 años, se comprometieron en la isla de Timor el pasado diciembre.
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Portugal es una república desde 1910, cuando se abolió la monarquía y el rey Manuel II se exilió y puso fin a 400 años de reinado de la Dinastía Braganza. La infanta María Francisca es la hija del duque de Braganza, el actual pretendiente al trono portugués, y de la portuguesa Isabel de Hereida.
La ceremonia fue presidida por el cardenal Manuel José do Nascimento Clemente, actual patriarca de Lisboa conocido oficialmente como Manuel III. Antes de 1999, fue obispo titular de Pinhel y auxiliar de Lisboa, y el 22 de febrero de 2007 fue nombrado obispo de Oporto por Benedicto XVI. En 2015, el Papa Francisco le otorgó el título de cardenal.
Además de los padres de la novia, estuvieron presentes el duque de Porto, el duque de Viseu y otras autoridades, como el presidente de la República de Timor Oriental (donde la pareja se comprometió), el primer ministro de Portugal y el líder de la Cámara de Mafra.
Entre los miembros de la realeza también se encontraba la española Miriam Ungría, la viuda del príncipe Kardam, que recientemente celebró su primer aniversario de bodas con el príncipe jordano Ghazi bin Muhammad, primo hermano del rey Abdallah II.
El vestido de novia de la Infanta María Francisca
La joven infanta eligió un vestido de novia de estilo clásico y de inspiración princesa, confeccionado en seda mikado de color blanco, diseñado por Luzia do Nascimento.
El vestido presenta mangas francesas con puños adornados con sutiles detalles de pedrería, un escote en forma de 'V' y una falda acampanada de estilo princesa, sin adornos llamativos.
Siguiendo la tradición, María Francisca de Portugal llegó al convento de Mafra, situado cerca de Lisboa, con un velo de tipo catedral elaborado en tul de seda.
La novia optó por lucir una tiara familiar que data de 1887 y que fue creada para la princesa francesa Amelia de Orleans, esposa del rey Carlos I. Esta tiara está engastada con 800 diamantes en plata y oro, presenta motivos de flores de lis y múltiples hileras de collares de diamantes.
Veintiocho años atrás, la madre de la novia, Isabel de Herédia, también lució esta misma tiara en el día de su boda. Además, María Francisca utilizó los mismos pendientes que su madre, que fueron un regalo de bodas de Raquel de Herédia, su abuela.
María Francisca y Duarte de Sousa: una pareja de académicos
Nacida en 1997, María Francisca de Braganza recibió los títulos de como duquesa de Coimbra y dama de la Orden de Santa Isabel en julio de 2018.
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María Francisca se encuentra en la tercera posición de la breve línea de sucesión al trono portugués, ubicada después de su hermano mayor, el príncipe de Beira, y justo antes de su hermano menor, el duque de Oporto.
María Francisca mantuvo un perfil tan discreto que se la considera una de las princesas más discretas de Europa.
María Francisca cursó estudios en Comunicación Social y Cultural en la Universidad Católica de Lisboa y desempeñó un puesto en una agencia de comunicación hasta hace algunos meses.
Los recién casados planean trasladarse a Londres, donde Duarte de Sousa continuará su labor en la firma Uría Menéndez-Proença de Carvalho, centrado en la gestión de mercados de capitales y fusiones.
Duarte de Sousa, de 31 años, es nieto de João de Sousa Araújo, un renombrado arquitecto y pintor portugués. Se graduó en Derecho y desempeñó el cargo de asociado sénior en el bufete Uría Menéndez Proença de Carvalho, posición que está a punto de cambiar debido a su traslado a la capital británica.
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