La actriz Selina Ringel y el director de cine Dan Levy Dagerman habían pasado por la dura experiencia de perder un bebé y apostaron de nuevo a la paternidad. Pero el factor pandemia los sorprendió y debieron "recalcular" la película que ambos estaban rodando. Convirtieron su casa en un set de filmación con actores que interactúan por Zoom.
El embarazo que se pasó en pleno rodaje tuvo el final feliz del nacimiento del pequeño Matías en California, donde reside la pareja que tiene una productora llamada "Two Hands".
Selina Ringel se lo contaba hace unos meses a Marie Claire: "Habíamos rodado media hora de la película. Estábamos muy entusiasmados porque habíamos fichado a Vanesa Angel para hacer de la madre de Selina y estábamos profundizando la pre producción para comenzar los primeros días de marzo. Pero a medida que la fecha se acercaba todo comenzó a cancelarse, cada día las cosas fueron escalando, y nos vimos obligados a cancelar el rodaje y a poner la película en suspenso. Entonces sobrevino la cuarentena. Sabíamos que a nuestra película la apuraba el reloj, no podíamos controlar el embarazo entonces recalculamos y volvimos al guión. Primero, dudamos en incluir el Covid-19 en la historia, pero después nos dimos cuenta que estábamos relatando elementos de la experiencia de nuestro embarazo en medio de este evento catastrófico y único en la historia y era algo que no podíamos evitar. Como resultado, la mitad de la película debió ser cortada para reestructurar la historia. Decidimos incluirlo, comenzando a escribir y a prepararnos para nuestro próximo rodaje y estábamos de vuelta en acción...bueno, casi".
Sobre el parto, la actriz contó que al sentir las contracciones llamó a la doula a su casa para acompañarla al hospital. "Estoy viva, él es saludable y de repente nada más importa. En toda la previa me han enseñado cosas que no importan realmente". Agradeció además a su esposo Dany a quien llamó "superhéroe".
