PROTAGONISTAS
anita moschini, la secretaria de macri

“Soy una ciudadana anónima y eso es lo que más me gusta y quiero ser”

En su primer discurso, el presidente electo agradeció su apoyo.Tiene 70 años, maneja la agenda, sabe cinco idiomas y es muy discreta. Galería de fotos

Triunfo. Feliz con los resultados, Macri le agradeció a Anita haber estado junto a él y la hizo subir al escenario.
| Cedoc

Discretísima. Cien por ciento abocada a su trabajo. Así la describen quienes pertenecen al círculo de Cambiemos. Y no se equivocan, porque si bien ella siempre estuvo al lado del presidente electo nunca había sido vista. Hasta ahora, cuando el mismo Mauricio Macri la puso en primer plano, muy a su pesar. “Quiero homenajear y agradecer a alguien que me cuida desde los 5 años. Ella se ocupaba de mí y ahora todos los días se ocupa de mí, me refiero a mi secretaria Anita”, dijo con la voz entrecortada movido por la emoción de quien bregó por algo que finalmente se dio. Y entonces, entendiendo ese momento, ella fue condescendiente y, pese a que por lo bajo “lo quería matar” por exponerla, subió al escenario. Y así, con su escueta estatura, vestida con una polera tubo color beige y un chaleco, se animó a salir del costado del escenario de Costa Salguero y fue directo a estrecharse en un abrazo con él pasando a ser el foco de la escena. Algo que poco le agrada.

Se trata de Anita Moschini, la secretaria de Macri, quien con 70 años es quien le maneja a la perfección la agenda al flamante presidente electo. Y que se niega a dar notas. “Soy una ciudadana anónima, es lo que más me gusta”, dijo en diálogo con PERFIL con voz dulce pero firme negándose a dar una entrevista. Y siendo fiel a una de las características más valoradas por Macri: su discreción. Aunque no la única.

Sabe cinco idiomas, utiliza la computadora con agilidad, y tiene dos personas a su cargo. “Es hipereficiente e hiperactiva. Va y viene todo el día. Le lleva la agenda y es muy estricta y súper discreta. Pero ni ahora que el teléfono no para de sonar pierde el eje, ni su tono de voz correcto y dulce a la vez. Es muy educada, muy culta y le gusta mucho el teatro. Toda una señora. Desde sus formas hasta su vestimenta, siempre con pollera tubo larga, y camisas”, revela a PERFIL alguien cercano al PRO. Y otra fuente suma: “Las reuniones con Macri duran 30 minutos y cuando se cumple el tiempo ella entra al despacho y avisa. Es la única que tiene la potestad de entrar sin golpear. También es común que le deje papelitos con algo escrito y se vaya. Pero es tan silenciosa que ni te das cuenta. Anita vive para su trabajo. La podés llamar a cualquier hora que ella atiende. Lo único que no usa es el WhatsApp”.

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No es fácil ser la secretaria de un político en carrera y seguirle el ritmo. De hecho, Macri tenía otra secretaria antes que Anita. Pero ésta, si bien también era muy eficiente, no soportó el ritmo.

Entonces, Macri no lo dudó y fue en busca de Moschini, porque además de estar más que capacitada para el trabajo tenía un plus: conoce a Macri desde pequeño. Anita empezó a trabajar de secretaria muy chica. Era la mano derecha de Franco Macri en Socma hasta que se jubiló. Pero en 2008 a Mauricio “se le fue la secretaria casi en paralelo a su Jefatura de Gobierno” como líder de PRO y la buscó. “El respeta mucho a la gente que le dice las cosas de frente, y con ella además tenía una relación de cariño. La tuvo que convencer igual. Creo que le debe haber tocado el corazón. Cuando Mauricio era chico e iba a visitar a su papá a la empresa, si tenía que esperarlo se quedaba al cuidado de Anita. Se adoran. Y creo que él quiso hacer lo mismo con su hija Antonia. Una vez por semana, Juliana lleva a la nena a que visite a su papá en el despacho y la historia se repite. Se quieren y se respetan mucho. De hecho, ella no lo tutea nunca. Le dice ingeniero”.