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TRAS LAS REJAS

Así cayó "Piti" Estrada González, el líder narco de la 1-11-14 más buscado

El hermano del capo narco peruano "Marcos" Estrada González, se presentó ante la Justicia tras permanecer 13 años prófugo y quedó detenido como sospechoso de liderar junto a éste la venta de estupefacientes.

Fernando Estrada González, alias "Piti", se entregó en la Justicia.
Fernando Estrada González, alias "Piti", se entregó en la Justicia. | Reperfilar

Fernando Estrada González, alias "Piti", el hermano del poderoso capo narco peruano "Marcos" Estrada González, se presentó ante la Justicia tras permanecer 13 años prófugo y quedó detenido como sospechoso de liderar junto a éste la venta de estupefacientes durante más de dos décadas en el Barrio Padre Ricciardelli, más conocido como Barrio 1-11-14 del Bajo Flores.

El hombre, de nacionalidad peruana, era buscado por Interpol con una circular roja desde octubre del 2010 y este martes se presentó en la sede de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), por lo que quedó a disposición del juez Criminal Correccional Federal 4, Ariel Lijo, quien lo indagará.

"Piti" Estrada González (56), con una fisonomía distinta a la que se difundía en sus últimas fotos, ingresó a la sede de la Procunar y se puso a disposición de los fiscales Eduardo Taiano y Diego Iglesias, quienes lo acusaban de manejar junto a su hermano "Marcos" (59) -condenado en Argentina a 24 años de prisión y extraditado a Perú en junio del año pasado- la venta de drogas al menudeo en el Bajo Flores, más específicamente un predio de 7 hectáreas conocido como "El Sector de los Peruanos" del Barrio 1-11-14.

Aunque investigadores creían que "Piti" se hallaba prófugo desde hace años en Lima, Perú, en las últimas horas el abogado Juan Alfredo Sánchez Ortíz se comunicó con la Procunar para avisar que el acusado se iba a presentar ante la Justicia.

Para los funcionarios que trabajan en el voluminoso expediente, "fue una sorpresa". Es que "Marcos" y "Piti" Estrada González manejaban "el negocio" de la droga en una de las zonas más conflictivas de la Ciudad de Buenos Aires en la que llegaban a recaudar cerca de un millón de dólares mensuales.