La vigésimo séptima conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático debería finalizar este viernes pero eso no sucedió e inclusive podría extenderse hasta el lunes 21 de noviembre.
Los países más afectados por el cambio climático y los industrializados deben llegar a un acuerdo para que sea expresado claramente en el texto final.
Este texto es importante porque se trata de la portada de la COP, siendo elaborado y acordado por los países para establecer los principales objetivos políticos de la reunión.
Se trata de un compromiso público y global que puede ser rastreable y objeto de reproche si no se cumple a lo largo del tiempo. Este año hay múltiples crisis geopolíticas como guerras, energía, alimentos, clima y las secuelas que dejó el covid-19.
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A raíz de esto, la figura de pérdidas y daños genera polémica y opiniones dispares. Las consecuencias como inundaciones, sequías, huracanes, deslizamientos e incendios forestales causaron daños por más de 200 mil millones de dólares.
El problema es político: Estados Unidos y la Unión Europea exigen que China pague su parte igualitaria pero el país comunista se queja de que los demás países nunca cumplieron con sus responsabilidades financieras ni con su compromiso con el mundo en desarrollo.
Así es que aún siguen las negociaciones para determinar qué países financiarán a los de menor desarrollo y deberán determinar una de estas tres opciones: crear un fondo y dejar el debate de fondo para el año que viene, no crear un fondo y seguir como hasta ahora o postergar el debate para 2023.
