En el último marzo, a raíz de la pandemia, de un día para el otro terminamos todos encerrados en nuestras casas. Ese aislamiento preventivo tuvo consecuencias emocionales y hay una palabra que se repite con casi tanta frecuencia como el coronavirus, la ansiedad. Tal es así que, según un estudio de la UBA, en la peor etapa de la cuarentena un 75% de las personas reportaron tener malestar psicológico.
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“Las personas con trastornos ansiosos suelen realizar actividades fuera de sus casas como, por ejemplo, la actividad física para calmar la ansiedad“, dijo la psicóloga Cristina Paulik, quien luego completó: “Hay gente que comenzó a experimentar ansiedad a partir del encierro”. Asimismo, la especialista afirmó que otro de los cuadros más comunes a partir de la pandemia es la depresión.
“Durante el año mi hija estuvo bien y casi ni necesito supervisión mía con respecto a la escuela, pero cuando terminó el año empezamos a notar que ella no podía respirar y tuvo que empezar terapia porque tenía ataques de ansiedad“, afirmó Romina Sosa, docente y madre de una niña que necesitó tratamiento especial.
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Las personas que no tuvieron trabajo estable durante la pandemia también fueron muy perjudicadas. “Entraron en un periodo de mucha ansiedad y depresión por la incertidumbre que traía el desempleo y el no poder cumplir con las necesidades básicas de la familia”, concluyó Paulik.
