Este jueves se realizó en los tribunales de Dolores la cuarta jornada del juicio a los ocho jóvenes acusados de matar a golpes a Fernando Báez Sosa a la salida del boliche Le Brique en Villa Gesell.
En la agenda del día se escucharon los testimonios de efectivos policiales que intervinieron frente al boliche minutos después de la agresión de los imputados y se escuchó el testimonio de Virginia Pérez Antonelli, la turista que tenía 17 años al momento de asistir a Báez Sosa.
También declararon tres testigos oculares del ataque sufrido por el joven estudiante de derecho y su grupo de amigos.
Los ocho imputados son: Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23), quienes también estarán presentes en la audiencia.
Las declaraciones de Virginia Pérez Antonelli a la salida de tribunales
“El pulso se lo tomó otro chico, puede ser que haya tenido pulso pero no estoy segura. Yo expliqué que cuando estás tomando el pulso y estas en una situación de nerviosismo te lo podés confundir con el propio”, aseguró Pérez Antonelli.
“El pulso no es relevante para saber si hacemos o no RCP. El RCP se hace cuando alguien no respira y no tiene conciencia”, añadió la joven. Respecto a su cruce con los acusados en medio de los tribunales de Dolores expresó: “Le pude ver la cara de asco que tenía el primero que salió ahora. Yo lo miré y pensé ‘Qué hijo de mil puta’”, concluyó la testigo.
Valentín Rodríguez, testigo del crimen: "Empezaron con piñas y terminaron con patadas"
Otro de los amigos de Virginia Pérez también remarcó la intensidad con la que el grupo de jóvenes golpeaba a Fernando la noche del 18 de enero de 2020.
“Veo que Fernando cae al piso por golpes. No sé qué tipo de golpe, ni quién lo golpeó. Empezaron con piñas y terminaron con patadas. Eran mínimo dos personas, máximo cuatro, pegándole a Fernando”, relató.
El testimonio de Nicolás Sessa, amigo de Virgina, la joven que hizo RCP a Fernando
Nicolás Sessa es amigo de Virginia Pérez, la joven le practicó RCP a Fernando Báez Sosa tras la feroz golpiza que terminaría con su vida.
"A Fernando le daban patadas en el piso y al amigo empujones, no lo dejaban llegar a él. Se notaba que era fuerte, que le pegaban con intensidad", relató Sessa al señalar lo que sucedió cuando sus amigos intentaron socorrerlo.
