La Organización de las Naciones Unidas decretó en 1992 que el 22 de marzo se celebre el Día Mundial del Agua, y se celebra entre comillas porque en el mundo existen más de 2.200 millones de personas que no cuentan con agua potable.
El objetivo de esta jornada es concienciar sobre este asunto ya que el cambio climático afecta los patrones del agua y del clima en todo el mundo y esto causa desabastecimiento y sequía en algunas áreas e inundaciones en otras.
En este 2022 el foco se centra en las aguas subterráneas, que tras alimentar aguas, ríos y manantiales, se filtran a los océanos. Su principal fuente de recarga es la lluvia que se filtra en el suelo. Pueden extraerse a la superficie por medio de bombas y pozos.
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Es fundamental no derrochar agua. Cerremos las canillas mientras nos cepillamos los dientes, lo cual puede generar la pérdida de hasta 10 litros de agua por minuto. Regar el jardín con una manguera puede tener un derroche de mil litros por hora. También es importante tomar duchas cortas ya que la media de consumo de agua durante una ducha de cinco minutos es de 90 litros.
En la Argentina hay cinco provincias que cuentan con acceso limitado al agua de red: Santiago del Estero, Formosa, Tierra del Fuego, Salta y Misiones. No obstante, también tienen escasez Mendoza, Córdoba, Jujuy y Tucumán.
El 22% de los habitantes del país no tiene acceso a agua de red y 4 de cada 10 no tienen cloacas. Esto impacta en la salud pública, sobre todo de los más pequeños.