La sorpresa fue grande. Todos se conmovieron a ver a su santidad el papa Francisco por los pasillos del hospital donde está internado desde hace tres días. Realizó una visita sorpresa al departamento de oncología pediátrica. Llevó a los niños huevos de chocolate, rosarios y libros.
Su presencia duró unos 30 minutos. Bautizó además al pequeño Michelangelo, un bebé de pocas semanas de vida.
A sus 86 años, Francisco se recupera de una bronquitis infecciosa y por ello está recibiendo antibióticos en infusión, por vía intravenosa, una terapia que ha producido “los efectos esperados con una notable mejoría de su estado de salud”, indicó el portavoz vaticano.
Francisco, de 86 años, ha pasado su segunda noche en el hospital Gemelli de Roma a causa de una bronquitis y su intención es estar presente en los actos de la Semana Santa, aunque no los oficie.
No obstante, el Vaticano informó que el domingo presidirá la misa de ramos en la Plaza de San Pedro.
