En momentos en que sonaban las doce de la noche del cambio de año, El presidente de Rusia, Vladimir Putin ordenó atacar Ucrania. Sin embargo, las tropas ucranias detectaron la ubicación de la denominada “llamada fatal” mediante un satélite y pudieron lanzar una contra ofensiva.
Con la llegada del año nuevo Ucrania atacó una base en Makíyivka cuando los soldados rusos encendieron los celulares para saludar a sus familias. Desde Moscú dicen que los muertos son 89 mientras que desde Kiev dicen que las bajas llegarían a 400 y 300 heridos. De esos, muchos eran reservistas movilizados por el ejército ruso.
En varias ciudades de la región Volga de Samara, continuaban las muestras de dolor. Rusia informó que el miércoles logró neutralizar un contraataque ucraniano en la región de Donetsk y que derribó dos drones en las cercanías del Aeropuerto de Velvet en la anexada Península de Crimea.
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Mientras tanto, el Presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, no baja los brazos en la búsqueda de paz entre Rusia y Ucrania. Por su parte, el Presidente de Ucrania, Volódimir Zelenski cree que ese horizonte está lejos al advertir que los rusos están preparando un ataque final en el que utilizarán todas sus fuerzas.
Crece la preocupación porque Putin supervisó por primera vez el despliegue de la Fragata Almirante Gorshkov con misiles hipersónicos Zircon. Lo calificó como un arma única porque sus misiles viajan 9 veces más rápido que la velocidad del sonido.