Aunque suene sorpresivo en el año 2022, las mujeres tienen más posibilidades de morir en caso de sufrir un accidente al volante. Es que desde la década del 70, los maniquíes de las pruebas de choque están basados en la constitución y el peso promedio de un varón.
El problema se presenta en que las mujeres, que representan a casi el 50% de los conductores, terminan quedando expuestas y siendo más propensas a que su vida corra riesgo.
La novedad es que un equipo de ingenieros suecos desarrolló la primera herramienta de evaluación de pruebas con una mujer de 1,62 de altura y 62 kilos de peso, la media de la población femenina global.
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Por las medidas estándar de los asientos y las cavidades de un auto, cuando una mujer sufre un accidente tiene hasta tres veces más chances de sufrir lesiones que un hombre.
Esto no suele ser mortal pero puede provocar discapacidades físicas. Por esto es fundamental que a partir de los datos compilados con el nuevo maniquí hasta nuevas medidas de seguridad. Así, eliminando un sesgo de décadas, se reduciría un riesgo para las mujeres.
