Jóvenes palestinos queman neumáticos durante una manifestación contra la presencia de israelíes en la mezquita de Al- Aqsa.
El ministro de Seguridad de Israel, Itamar Ben Gvir, estuvo en la Explanada de las Mezquitas para reclamar el dominio de Tel Aviv sobre el lugar, en el principal día de ayuno y abstinencia del judaísmo rabínico.
Palestina lo consideró un "asalto para judaizar" la mezquita de Al Aqsa y el movimiento islamista Hamas, dijo que "es peligroso para la escalada de la guerra religiosa regional". Además, crece la tensión porque soldados israelíes mataron de un balazo en la cabeza a otro palestino de 14 años en Cisjordania.
En otro frente el comisionado para derechos humanos de las Naciones Unidas, Volker Turk pidió a Israel que controle a los manifestantes que protestan contra la controvertida reforma judicial impulsada por el gobierno de Netanyahu para anular las decisiones que se consideren irrazonables.
La situación divide a la nación y suscita críticas de aliados en el exterior.