La historia de Pérez Millán, un pueblo de 6 mil habitantes ubicado al norte de la provincia de Buenos Aires, en el partido de Ramallo podría ser la de muchos pueblos de Argentina: la historia de la incertidumbre que genera el coronavirus. Porque apenas después de tener tan solo un puñado de casos, un brote de positivos en un frigorífico, provocó una ola de contagios que hizo que gran parte de la población tenga que aislarse, por lo tanto, fue clave la responsabilidad del gobierno para bajar la curva, y el compromiso de la empresa donde se desataron los contagios.
En diálogo con RePerfilAr, la médica Ludmila Pérez, remarcó que durante el 5 y 6 de octubre "se notó un incremento de casos Covid en la guardia". "Estos casos correspondían a una empresa frigorífica de la localidad. Y pasamos de tener tres casos positivos, a tener casi 200 casos positivos con un total de 900 aislados", agregó la médica.
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De repente el pueblo quedó aislado. La empresa frigorífica que es la principal industria de Pérez Millán y el lugar que más empleo da en la zona, se convirtió en el foco de contagios y provocó que la localidad quedara paralizada.
Por su parte Gustavo Peiré, el intendente de Ramallo, contó: "Logramos en dos semanas y media que los contagios se empiecen a amesetar", y agregó que "pasaron de tener 1000 personas aisladas, a hoy 350". En esa línea, aclaró que actualmente hay 168 casos activos de Covid en todo el partido de Ramallo. "Y vamos bajando que es lo importante", remarcó.
Después de semanas de tensión, ahora el pico parece haber quedado atrás en Pérez Millán y de a poco la localidad retoma su ritmo habitual, pero por sobre todo, con sus ciudadanos apostando a la responsabilidad individual.
