A veces tenemos la sensación de que en Argentina se toman medidas cortoplacistas o que pueden no ser redituables dentro de algunos años. Sin embargo, hay un sector que apuesta fuerte a largo plazo.
Argentina podría posicionarse como exportador de gas natural licuado, más conocido como GNL, la versión líquida del gas. Es que se puso en marcha un proyecto que busca llegar a ese fin.
El año pasado las importaciones de gas fueron equivalentes a 12.868 millones de dólares, más del doble que el año anterior. Estos números podrían cambiar drásticamente pero la principal desventaja de nuestro país es la lejanía con los principales centros de consumo.
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No obstante, hay una ventaja: cuando acá sobra gas, hay bajas temperaturas en el hemisferio norte. Un conjunto de empresas privadas planea invertir 6 mil millones de dólares para construir una fábrica de licuefacción para producir GNL.
La fábrica estaría lista en 2030 y se ubicaría entre el sur de Buenos Aires y el norte de Chubut.
