Más de cien detenidos dejó una ola de protestas en Francia tras la aprobación de la reforma jubilatoria, que aumenta la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años.
Cabe destacar que aún así, esta cifra es menor que en las jornadas precedentes. El jueves por la noche, pocas horas después de la aprobación de la reforma, fueron más de 200 en todo el país.
A diferencia de esas primeras movilizaciones, este nuevo tipo de protestas, organizadas al margen de partidos y sindicatos, se caracterizan por ser más volátiles e imprevisibles. Se desconoce de momento el número de movilizaciones del domingo aunque la lógica indica que los manifestantes seguirán en la calle.
Solo en la capital, en París, hubo 81 detenidos al término de una manifestación en la céntrica Plaza de Italia. A ellos se unieron otras decena de arrestados en la plaza de la Concordia.
Al final de la marcha, en la que se escucharon eslóganes contra "el autoritarismo" de Emmanuel Macron, hubo quema de contenedores y levantamiento de barricadas. La policía respondió con gas lacrimógeno al lanzamiento de proyectiles por parte de algunos manifestantes.
En la Plaza de Italia se calcula que se reunieron al menos 4.000 participantes. En otras ciudades, como Lyon, fueron 17 los detenidos en una pequeña protesta de entre 400 y 500 personas.
La reforma de las pensiones hundió más la popularidad en marzo del presidente francés. Actualmente solo el 28 % de los franceses aprueba su gestión, el nivel más bajo de sus mandatos equiparable al de la crisis de los "Chalecos Amarillos", la revuelta popular que en 2018 le puso contra las cuerdas.