Así partía una ilusión que costó 3 mil millones de dólares, de 120 metros de largo por 9 de ancho y un peso de casi 5 millones de kilos. La expectativa mundial era enorme pero solo duró 3 minutos y 59 segundos. Starship se desintegraba por una explosión en su primer vuelo experimental sobre el Golfo de México.
El gigantesco cohete despegó con éxito a las 8.33 (hora local, 13.33 GMT) desde Starbase, la base espacial de SpaceX en Boca Chica, Texas. Estaba programado que el propulsor se separara de la cápsula Starship tres minutos después del lanzamiento, pero la separación no se produjo y el cohete explotó.
Pero el magnate Elon Musk no lo considera un fracaso, sino el resultado de una prueba. La primera. Vendrán más. La etapa inicial funcionó porque llegó al momento más crítico, el Max-Q, el máximo punto de la presión aerodinámica. Y ocurrió pese a que seis de sus 33 motores se apagaron a poco del despegue.
Cabe destacar que Musk había advertido antes del lanzamiento que era probable que surgieran problemas técnicos y trató de restar importancia a las expectativas para el vuelo de prueba inaugural. “Es un vuelo muy arriesgado”, dijo. “Es el primer lanzamiento de un cohete muy complicado y gigantesco. “Hay un millón de maneras en que este cohete podría fallar”, dijo.
La gran carga útil esperada de hasta 150 mil kilos lo convertiría en un vehículo de lanzamiento superpesado. Starship pretende ser el cohete más poderoso en la historia de la humanidad, y el primero orbital 100% reutilizable.
Qué dijo Elon Musk, tras la explosión del cohete
“Felicidades @SpaceX por el emocionante lanzamiento de prueba de Starship”, dijo en Twitter el CEO de SpaceX. “Hemos aprendido mucho para el próximo lanzamiento de prueba dentro de unos meses”, agregó.