La medicina es una industria que mueve multitudes. El turismo hace ganar abundantes divisas. ¿Qué sucede si se juntan medicina y turismo? ¡Un gran negocio! El business ya está en marcha. Se llama Turismo Médico, y se lo conoce como Medical Tourism, porque en este circuito internacional todo se maneja en inglés. Todavía resulta una curiosidad para algunos. Pero miles de turistas del Primer Mundo ya lo contrataron a través de agencias de viajes. Como cifra estimativa, se calcula que, cada año, un millón y medio de estadounidenses usan esta opción. Los que se deciden por el Turismo Médico se desplazan hacia países periféricos en busca de servicios de salud, en destinos que, además, prometen paseos y descanso.
¿Por qué un ciudadano de Gran Bretaña o de Estados Unidos, por ejemplo, decide irse hasta Túnez o Argentina? Las razones suelen ser parecidas: en los países de residencia, la medicina se ha vuelto un sistema con costos y plazos que muchos no pueden pagar o esperar. Entonces, hospitales privados de naciones con una economía más deprimida ofrecen realizar de inmediato el tratamiento anhelado, a precios menores, que no rozan los presupuestos en el país de origen, ni siquiera sumando pasaje aéreo, hospedaje, y unas pequeñas vacaciones… ¡all inclusive!
Diversos factores han hecho que algunos países hayan ganado fama con determinadas especialidades médicas. Argentina no sólo brinda complejos termales para control del reumatismo y estrés con terapias alternativas, sino que participa del circuito del Turismo Médico con cirugías plásticas y tratamientos de fertilidad. Muchas parejas cruzan océanos para hacerse una fertilización in vitro y, de paso, dar una vuelta por Caminito.