SOCIEDAD
Día Mundial Sin Alcohol

Alcohol al volante: advierten del peligro entre los más jóvenes

La conmemoración fue instaurada por la OMS y promueve la responsabilidad de las personas. El apoyo a la ley de Alcohol Cero.

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Controles. En Argentina, siete provincias cuentan con una ley de tolerancia cero de alcohol al volante. | Télam

A fines de septiembre, desde el gobierno nacional anunciaron la reactivación de la actividad turística estudiantil. En octubre, en la  provincia de Buenos Aires y CABA, se habilitó el regreso de los boliches en los diferentes distritos, bajo estricto protocolo sanitario por coronavirus. De este modo, volvieron los viajes, las fiestas de egresados, las salidas grupales en los días festivos y los bailes, los fines de semana. Ahora bien, con estas aperturas, se volvió a poner en debate un tema que preocupa a padres y especialistas vinculados al consumo excesivo de bebidas alcohólicas en jóvenes y adolescentes, sobre todo en situación de manejo.

Conscientes de esta problemática, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) establecieron el 15 de noviembre como el Día Mundial Sin Alcohol para promover la responsabilidad de las personas, sobre todo de los jóvenes.

 A nivel mundial, el consumo de alcohol entre los jóvenes y adolescentes está directamente asociado a una mayor cantidad de accidentes fatales cuando son quienes manejan. En nuestro país, los datos del Observatorio Vial reflejan que los jóvenes de entre 15 y 34 años son las principales víctimas viales, y el alcohol es uno de los principales factores determinantes, ya que está presente en uno de cada cuatro siniestros.

Según la Organización Civil “Luchemos por la vida”, en Argentina mueren alrededor de 14 personas por día en siniestros viales, de las cuales el 56% representa víctimas menores de 35 años. Los fines de semana resultan más peligrosos ya que, a pesar de ser solo dos días, aportan casi la mitad de los muertos en el tránsito (44%). En ese sentido, vale recordar que el límite máximo de consumo es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre para conductores de automóviles, 0,2 gramos para motociclistas y 0 gramos para conductores profesionales.

En Argentina, siete provincias cuentan con la normativa de la tolerancia cero de alcohol al volante: Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz. También las ciudades de Mar del Plata, Rosario, Neuquén, Ushuaia, Río Grande, Posadas y Moreno.

En este sentido, el 13 de abril de este año se presentó ante el presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, un proyecto de Ley de Alcohol Cero al Volante en todo el país, impulsado por la ANSV, el Ministerio de Salud, la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), los diputados nacionales Facundo Moyano y Ramiro Gutiérrez del bloque Frente de Todos (FdT) y asociaciones de familiares de víctimas de tránsito. 

En este sentido, desde la Organización Panamericana de la Salud / Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS) emitió la semana pasada un comunicado en apoyo a la sanción de la ley de Alcohol Cero al Volante en Argentina. La carta, firmada por Eva Jané Llopis, representante de la OPS/OMS en el país, está dirigida al diputado José Cano, presidente de la Comisión de Transporte, donde está siendo tratada la iniciativa. Como se recordará, el proyecto de alcohol cero al volante establece que “el único límite de alcohol en sangre permitido para conducir sea cero en todo el territorio nacional”.

“La droga número uno de la Argentina prepandemia era el alcohol, y pospandemia es, sobre todo, el alcohol. La gente cree que como es legal, no es una droga, y la verdad es que es una sustancia psicoactiva de venta libre que trae muchos problemas”, afirman autoridades del programa de tratamiento de consumos problemáticos, Dispositivo Pavlovsky. Asimismo, explicaron que, con la cuarentena, el alcohol se convirtió en una sustancia “tentadora” para poder “lidiar con la realidad” porque es “una droga legal y promocionada” que produce sedación, disminución de la ansiedad y que facilita el sueño.

Esto llevado al plano de conducción de un vehículo implicaría distorsión en la visión y los reflejos, disminución del discernimiento y pérdida de inhibiciones, situación que aumenta las probabilidades de provocar un siniestro vial con consecuencias graves o fatales. Sin embargo, los jóvenes y adolescentes no parecen ser conscientes de ello. Según un estudio de Seguridad Vial en 2020, tres de cada diez jóvenes conductores admitió haber manejado bajo los efectos del alcohol.