SOCIEDAD
ongs y vecinos critican la obra en san telmo

Asfaltan adoquines en el casco histórico porteño

Los adoquines de la esquina de Brasil y Defensa, en el barrio de San Telmo, fueron tapados con asfalto y sendas peatonales. También quedaron cubiertas las viejas vías del tranvía.

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Brasil y Defensa. El gobierno porteño decidió asfaltar “porque una vecina se quebró una pierna”. | Obregon

Los adoquines de la esquina de Brasil y Defensa, en el barrio de San Telmo, fueron tapados con asfalto y sendas peatonales. También quedaron cubiertas las viejas vías del tranvía. Los trabajos se realizaron entre el 5 y el 7 de julio pasado. Es la primera vez que el gobierno porteño toma esta medida en el casco histórico y de inmediato estallaron las críticas de las organizaciones dedicadas a preservar el patrimonio. “Si taparon ahí es porque ya no tienen límites. Intentaremos judicializar el tema porque es ilegal tocar esa parte de la ciudad”, asegura a Perfil Mónica Capano, coordinadora del Observatorio de Patrimonio y Políticas Urbanas.

El casco histórico está protegido por ley, y eso lo convierte en intocable. Sin embargo, en noviembre de 2017 la Legislatura porteña aprobó una modificación de los artículos 3º y 4º de la Ley 4.806 dedicada a las calles adoquinadas de la Ciudad (ver aparte). Consultados por los cambios en esta tradicional esquina de San Telmo, desde el Ministerio de Ambiente y Espacio Público explicaron a PERFIL que “esta decisión la tomó la Secretaría de Mantenimiento del Espacio Público porque una mujer se rompió la pierna por un adoquín que se desprendió. Por ello se decidió asfaltar, solo en esta intersección, porque se consideró que el beneficio de la salud de los vecinos está por encima del patrimonio histórico”.

Reclamos.  “En la calle Defensa sacaron los originales que van sobre arena y pusieron cemento. Los cubrieron con fachadas nuevas para que no se note, eso se rompe rápido, por lo tanto los terminarán sacando. Podrían hacer sendas peatonales sin tener que tapar todas las calles”, comenta José González Lozada, profesor de Historia y miembro de Casco Histórico Protege. “Los adoquines no recalientan, ayudan al drenaje, además se pueden reacomodar si están mal puestos y dejarlos en su lugar original”, agrega Capano a Perfil.

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Alertas ante esta modificación en el casco histórico, vecinos de las más de veinte áreas protegidas de la Ciudad se reunieron este martes para analizar las medidas a tomar.  “No nos queda más que salir a las calles y a las esquinas a volantear y concientizar, tanto a vecinos que apoyan las medidas del gobierno como a los turistas que vienen en busca de nuestro patrimonio”, comenta González Lozada.

 

En qué casos pueden removerse

En marzo de 2017 PERFIL adelantó la intención del Gobierno porteño de modificar la Ley 4.806/13 de Adoquines, que finalmente fue aprobada por la Legislatura porteña a fines del año pasado. Amparados en esta ley pueden actuar, a pesar de que la calle en cuestión se encuentre ubicada en pleno casco histórico.

Esta normativa habilita al Gobierno de la Ciudad a asfaltar los adoquines si aducen cuestiones de accesibilidad y transitabilidad, entre otros factores. Otro de los argumentos que el gobierno esgrime  a la hora de encarar el asfaltado de los adoquines es el costo que representa repararlos y volver a colocarlos en su lugar, ya que no quedan especialistas en la materia.  

El otro artículo modificado permite a la Ciudad  disponer el destino de los adoquines removidos, algo que en la anterior normativa no se especificaba. “Podrán ser destinados al uso en las zonas de las vías del transporte subterráneo y/o premetro y/o a la producción de asfalto o sus derivados”, dice la ley.