Una mendocina, supuestamente en forma voluntaria y sin recibir nada a cambio, prestó su vientre para que una pareja de porteños tenga un bebé. El niño nació el 9 de enero en Mendoza, pero aún no tiene DNI ya que la Justicia analiza la identidad biológica del menor. El polémico caso de alquiler de vientre genera controversias y pone bajo la lupa a la “ONG” Argentina Maternity que dice ser una organización sin fines de lucro, que asesoró a la pareja en cuestión en este procedimiento.
El presidente de Argentina Maternity y abogado patrocinante de los padres biológicos del bebé, Juan Pablo Rojas Pascual le dijo a PERFIL que “cuentan con un contrato firmado entre las partes, en la que figuraría el consentimiento de que el bebé sería entregado a los padres biológicos por la madre gestante previa resolución de la Justicia de Familia”. Además remarcó que “la voluntaria prestó su vientre de forma altruista”. “La que dona el vientre es como una voluntaria de Greanpeace, que se expone a meses de cárcel por defender a un animal, o como una mujer que pone en el living de su casa un comedor infantil. En este caso es una mujer que sabe lo que es ser madre, tiene dos hijos, y tras conocer la historia de la pareja quiso ayudarlos”, sostuvo.
A la mujer gestante se le implantó un embrión concebido in vitro con el esperma y el óvulo del matrimonio porteño. “Se realizó una compensación por los gastos de alimentación, ropa adecuada para cuando le creció la panza, más gastos de movilidad, medicación”, dice Rojas Pascual y sigue: “Están los gastos registrados y hay comprobantes de todo lo que se le pagó. El juez lo podrá verificar”.
Sin embargo, en el diario mendocino El Sol la mujer donante sostuvo que no recibió dinero, y contó que en varias oportunidades había vendido sus óvulos. “Algo me pagaban cuando donaba óvulos. Es algo que hacía cada seis meses y siempre que me lo permitiera el médico”, señaló.
Investigación. Otra pareja, que pidió reserva de identidad, contó a El Sol que a Rojas Pascual sólo le importaba cobrar por la gestión. “Nos dijo que tenía una lista de voluntarias y que se encargaría de coordinar todo. Parecía desesperado para que le pagáramos $ 100 mil de anticipo”, denunciaron. De acuerdo con este testimonio, les dijeron que por el procedimiento debían abonar 400 mil pesos, repartidos entre la agencia, el médico que hacía la intervención, los costos legales y un aporte para la madre portadora. Pese a ello, en el sitio web remarcan “la gratuidad del asesoramiento”.
La maternidad subrogada es uno de los puntos debatidos del nuevo Código Civil, pero este derecho vinculado a la fertilización asistida, quedó pendiente de ser sancionado. Si bien se especifica que no debe realizarse por intercambio de dinero, no fue aprobado dicho artículo y hoy hay un vacío legal.