Dos de cada cinco chicas que concurren a boliches y fiestas fueron víctimas de episodios de abuso, aunque en su mayoría estos casos no son denunciados, según reveló la Asociación de Víctimas de Violaciones (AVIVI).
"La mayor parte de estos hechos no llegan a convertirse en denuncias formales y causas penales, pero las víctimas piden asesoramiento para prevenir problemas de salud. Desde los tocamientos perpetrados por grupos de varones hasta violaciones masivas, fuera o dentro de los espacios donde se realizan eventos nocturnos, la realidad es que esta problemática no se detiene y es una deuda pendiente de esta sociedad generar las herramientas para erradicarla", comentó Andrés Bonicalzi, abogado de AVIVI, a Diario Popular.
"Denuncia un porcentaje muy bajo de las víctimas. Tenemos infinidad de casos en que las víctimas cuentan que fueron abusadas dentro de boliches, incluso con acceso carnal, pero cuando pidieron ayuda a los patovicas, resultaron burladas y revictimizadas", afirmó.
Al no ser denunciados estos hechos en la Policía y tampoco en la Justicia, forma parte de esta problemática que tiene como víctimas a muchísimas mujeres, sobre todo cuando atraviesan la adolescencia y salen a fiestas o discotecas donde son más frecuentes este tipo de situaciones: "La mayor cantidad de abusos se registran los viernes y sábados, en situaciones de nocturnidad. Por eso, los llamados para consultas por cuestiones de salud o jurídicas se reciben los fines de semana", explicó el letrado de la Asociación.
Asimismo, desde AVIVI expresaron que es necesario tener una mayor intervención respecto a lo que sucede dentro de los locales bailables: "Falta que se haga un ejercicio de reflexión en nuestra sociedad, porque en los eventos nocturnos el control de seguridad se pone en el ingreso, pero nunca en lo que ocurre puertas adentro".
El especialista en derecho penal y delitos sexuales, manifestó a su vez que "el sentido de culpabilidad atraviesa a las víctimas, en el marco de una sociedad machista, repleta de prejuicios hacia la mujer” En ese sentido, agregó: “Entonces aparecen cuestiones relacionadas a su vestimenta, si la pollera era corta o tenía escote, o si había ingerido bebidas o drogas, o por qué estaba sola en ese espacio, cuando en realidad habría que poner el foco en los abusadores y dejar de culpabilizar a las víctimas", pidió.
Sobre las características de los abusos en fiestas y boliches, sostuvo que "son llevados a cabo por bandas de varones, a la salida o incluso dentro de los eventos" y en esa línea expuso que “esta mirada machista debe cambiar. Hay que hacer un trabajo de deconstrucción del machismo, como objetivo central. Pero, en el corto plazo, el Estado y los boliches podrían sentarse a discutir esta situación que es muy grave y provoca muchísimo dolor", concluyó Bonicalzi.