La Justicia investiga a dos jóvenes que son sospechosos de haber lanzado las bengalas con las que se inició el trágico incendio que acabó con la vida de 194 jóvenes en el boliche Cromañón, en la noche del 30 de diciembre de 2004.
Mañana se cumplen dos años de la masacre y este dato podría dar un vuelco en la causa. Los familiares de las víctimas mañana marcharán a la Plaza de Mayo para reclamar Justicia.
Los sospechosos son primos y sus nombres son Gastón y Cristian, según fuentes judiciales que no revelaron sus apellidos. Aunque los investigadoresno tienen todavía la suficiente cantidad de pruebas como para imputarlos por el hecho, hay fuertes indicios de que podrían haber iniciado el incendio, según informó hoy el diario Clarín.
Gastón es un joven de 23 años que mide un 1,70 metro, tiene el pelo negro y es delgado. Su celular fue intervenido luego de que una sensual agente policial vestida de civil estableció conversación y él le dio su número telefónico. Su primo Cristian es menor de edad.
Ambos fueros filmados y fotografiados sin que se dieran cuenta en el frente de sus respectivas viviendas ubicadas en un partido del noroeste del conurbano bonaerense.
Gastón es investigado desde que una testigo declaró que había visto a quien encendió la bengala fatal, a horas del incendio, hablando por Canal 26 en la puerta del Hospital Ramos Mejía con un venda en la cabeza.
A partir de este dato, luego de cotejar los registros del Hospital y de una intensa búsqueda, los pesquisas dieron con el joven. Ya considerado sospechoso, la Justicia lo llamó a prestar declaración testimonial. Llamó la atención que el muchacho dijo no sentirse damnificado, al tiempo que mencionó que no tuvo dificultades en salir, ya que fue de los primeros en enterarse de lo que sucedía.