Leandro Miguel Alcaraz, el colectivero asesinado por dos pasajeros este domingo en Virrey del Pino, no debía haber estado trabajando esa jornada. El joven de 26 años cambió su franco para poder tener libre este lunes y así estar con su hija, que hoy cumple 4 años.
Cerca de las 18 de ayer, mientras Leandro conducía el interno 103 de la línea 620 dos pasajeros subieron en una parada de la localidad de San Justo y discutieron con él porque no tenían la tarjeta SUBE para abonar el viaje. A pesar de ello, Alcaraz los trasladó hasta las calles Bueras y Concordia de Virrey del Pino, donde ambos descendieron: sin mediar palabra dispararon contra el chofer y luego escaparon.
Hace tres años y medio que el joven había empezado a trabajar en la empresa. No hacía mucho que había comprado su casa, en el kilómetro 45 de la ruta 3, pero como la vivienda aún no estaba terminada, trabajaba horas extras cada vez que se le ofrecía la posibilidad, para poder juntar el dinero. Su padre se trasladó desde Corrientes para pasar estos duros momentos con su nuera, su nieta y su otro hijo.
"Estamos destrozados, toda una familia destrozada. Mi hermano, que es el papá, está viajando desde Corrientes. Estamos todos muy mal, muy tristes", contó a la agencia Télam la tía de la víctima.
Como protesta por su asesinato, la Unión de Tranviaria Automotor (UTA) anunció un paro de 24 horas desde las 0:00 de este lunes en las líneas de colectivos de corta y media distancia de la zona oeste del Conurbano bonaerense. Asimismo choferes de esa zona cortaron desde esta madrugada el tránsito en avenida General Paz y Alberdi, en el barrio porteño de Mataderos, para reclamar seguridad.