SOCIEDAD
Estudio

El primer mapa del escorpionismo en CABA muestra asociación con el subte

Es porque los alacranes prefieren lugares húmedos y oscuros. Trabajadores denunciaron accidentes en varias líneas. Tras el caso de Tobías, estudian si el veneno es más tóxico.

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Alacranes | Marcelo Aballay
Investigadores del Instituto Nacional de Producción de Biológicos (INPB), la UBA y el Hospital de Clínicas trazaron el primer mapa del escorpionismo en la ciudad de Buenos Aires. El objetivo fue describir la distribución temporal y geográfica de los hallazgos domiciliarios de Tityus trivittatus, la especie más común en zonas urbanas y la que tiene mayor importancia médica, ya que provoca los accidentes más graves –como el caso de Tobías, el chico de 5 años que estuvo internado 10 días por la picadura de un alacrán en su casa de Palermo–.

El mapa muestra un incremento en la incidencia de encuentros entre las personas y estos pequeños arácnidos: de 150 animales que se hallaron entre 2001 y 2006 a 320 durante el período 2007-2012. Pero, además, revela que las áreas con mayor cantidad de hallazgos se superponen con las áreas más pobladas de la ciudad y el tendido de líneas de subterráneo. “Los alacranes aparentemente llegaron a CABA cuando trajeron madera del norte y estaban construyendo las estaciones de retiro y constitución. Parecería que la distribución tendría mucho que ver con el tendido de las redes de subterráneo”, le explicó a PERFIL Adolfo R. de Roodt, del área de Investigación y Desarrollo del INPB (Anlis- Malbrán).

Se sabe que los alacranes se encuentran en lugares húmedos y oscuros como sótanos, túneles, depósitos y cámaras subterráneas. De hecho, la Asociación Gremial de Trabajadores de Subte y Premetro (AGTS-yP) denunció esta semana la aparición de alacranes en la línea D. “Tuvimos accidentes en varias estaciones. En Federico Lacroze hubo tres casos en los últimos 15 días. En uno, un pasajero fue a poner la tarjeta sube sobre el molinete y un alacrán le picó”, sostuvo Francisco Ledesma, secretario de salud laboral de la AGTSyP. Desde Metrovías, aseguraron que no hubo denuncias de accidentes en usuarios pero sí en empleados: seis en los últimos dos años. “La primera y tercera semana de cada mes todos los trenes de todas las líneas son sometidos a tareas de fumigación”, aseguraron.

Hasta el momento, el veneno procedente de animales de CABA presentó una toxicidad baja. Pero el caso de Tobías, hace pensar que podría haber un cambio. “Esperamos poder hacer análisis para ver si hubo una variación de la toxicidad de los alacranes. Si hubo, vamos a estar complicados porque en Buenos Aires es mucho más difícil combatir el escorpión por el tipo de construcciones que tenemos”, sostuvo de  Rood, quien aconsejó en caso de una picadura consultar rápidamente al médico.

En el país, las picaduras de alacrán y la mortalidad asociada aumentaron en los últimos años. Una de las causas probables es el clima; a más temperatura ambiente se incrementa la reproducción de los escorpiones y de sus presas, las cucarachas. “Entre 1996 a 1999 se estima que hubo 400 picaduras y tres muertes. Pero de 2006 a 2012 hubo 88.000 picaduras y 22 muertos”, ejemplificó de Roodt.