El Vaticano rechaza el milagro de Fray Mamerto Esquiú
Consideraron que la "sanación milagrosa" de undocente catamarqueño, que recuperó la vista,
"pudo ser efecto propio de la medicina".
La posibilidad de que el franciscano catamarqueño sea beato quedó paralizada.
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CEDOC
Los peritos oftalmólogos del Vaticano rechazaron la “sanación milagrosa” que se sustentaba como prueba principal en el proceso de beatificación de Fray Mamerto Esquiú, por lo que la posibilidad de beatificación del franciscano catamarqueño quedó, por ahora, paralizada.
Fray Jorge Martínez, titular de la Comisión de Beatificación en Catamarca, confirmó a los medios locales que los peritos de la Santa Sede coincidieron en forma unánime en que "no hubo milagro", y que "la sanación pudo ser un efecto propio de la medicina".
El milagro, según la presentación de los franciscanos, ocurrió en 1997 cuando un docente catamarqueño de apellido Zalazar perdió la vista de uno de sus ojos por una 'trombosis de retina irreversible', una afección diagnosticada por los profesionales locales como "sin solución" aún aplicando medicina o cirugía.
Zalazar, mediante declaración jurada, había afirmado que se trasladó hasta Córdoba y recibió el mismo diagnóstico, en tanto que motivado por la fe recurrió a Esquiú suplicándole que le devuelva la vista y a los tres días su visión se recuperó totalmente.
Fray Martínez se manifestó "molesto" por la resolución de los peritos del Vaticano. "Está probado que el paciente no tomó medicamentos, por lo tanto no se puede argumentar que la sanación pudo ser el resultado de la medicación", afirmó.
“Esta decisión no significa que el proceso de beatificación quede sin efecto, sino que hay que presentar y probar nuevos milagros", dijo el religioso. En ese sentido, exhortó a la comunidad a testimoniar sobre hechos milagrosos para continuar con el proceso de santificación del franciscano catamarqueño.
El trámite de beatificación de Fray Mamerto Esquiú comenzó en 1926 y luego de varias instancias que paralizaron ese proceso, recién en 1978 los teólogos del Vaticano aprobaron la viabilidad de la beatificación. El primero de marzo de 2002 el Vaticano declaró la 'validez jurídica' del trámite.
Mamerto de la Ascención Esquiú y Medina nació el 11 de mayo de 1826 en la localidad de Piedra Blanca, en el departamento que lleva su nombre, a escasos 15 kilómetros de esta ciudad. Desde 1880 hasta 1882 fue Obispo de Córdoba y el 10 de enero de 1883 murió en Pozo del Suncho, un paraje catamarqueño, cuando regresaba de una misión pastoral en La Rioja.
