“Gabriel García Márquez siempre me provocó mucha admiración y me marcó un norte profesional”, cuenta la periodista María Julia Oliván, y se recuerda a sí misma con 22 años leyendo Cien años de soledad, en sus viajes en tren para ir a trabajar al programa Día D, con Jorge Lanata. “Me impactó la forma en la que estaba escrito y el universo de realismo mágico que había creado. Eso me llevó a comprar sus crónicas periodísticas, que cada tanto vuelvo a repasar”, dice.
Al igual que ella, fueron muchas las generaciones que quedaron marcadas por las novelas del escritor y periodista colombiano Gabriel García Márquez, ganador del Nobel en 1982.
Cien años de soledad fue traduci da a 35 idiomas. A cincuenta años de su primera edición, publicada el 5 de junio de 1967 por la editorial Sudamericana de Buenos Aires, mañana a las 18, en la Sala José Hernández, de la Feria del Libro se realizará una maratón de lectura de varios textos del escritor, de la mano de distintas personalidades, como Oliván, Gonzalo Heredia, Luis Novaresio, Reynaldo Sietecase, Mirta Busnelli, Erica Rivas, Muriel Santa Ana, María Onetto, Juana Viale, María Marull, Romina Ricci, Naiara Awada, Gonzalo Suárez y Ana Padovani.
Para el actor Gonzalo Heredia, García Márquez fue el escritor que lo acercó al mundo de las novelas por primera vez cuando tenía 11 años. “Todo empezó en el colegio, donde podías tener una hora de literatura, en el rato libre, y fui por casualidad”, confiesa. En ese momento eligió por azar Crónica de una muerte anunciada y no se pudo despegar hasta la última página. Y asegura que el novelista “lo marcó inconscientemente” para toda su vida.
El periodista y escritor Reynaldo Sietecase era tan sólo un adolescente cuando hojeó por primera vez la obra cumbre del autor, y cuenta que fue decisiva para elegir su profesión actual. “En esos años leía todo lo que llegaba a mis manos y, por entonces, estaba más interesado en descubrir todos esos mundos más que en hacer periodismo. Cien años de soledad me ayudó a reconciliar esas dos maneras de contar una historia”, recuerda.
A Luis Novaresio, periodista y conductor, le llegó como un regalo cuando terminó la secundaria, pero en ese momento no lo deslumbró. “Lo volví a leer cuando ya tenía 24, viviendo en Italia, y tuvo otro sabor. El estar lejos, poder leer en mi idioma y recordar a mis amigos de la infancia lo cargó de una emoción que me hizo disfrutarlo más”, recuerda.
El famoso libro, que cuenta la historia de la familia Buendía en el pueblo de Macondo, se adentró en las emociones y experiencias de lectores de todas las edades, y para Sietecase, “está destinado a perdurar”.
La publicación. “Es una novela muy larga y muy compleja en la cual tengo fincadas mis mejores ilusiones”, así comenzaba la carta que le escribió Gabriel García Márquez, en 1965, a Francisco Porrúa, el entonces editor de Sudamericana, con la intención de que la publicara.
Porrúa no lo dudó, y el manuscrito, que fue enviado en dos partes por falta de dinero, finalmente salió en su primera edición con 8 mil ejemplares, que hoy alcanzaron las 40 millones de copias vendidas.