Los pilotos decidieron ir a un paro de 48 horas el próximo fin de semana en reclamo de una recomposición salarial. Hoy, en Aeroparque sobre todo, pero también en Ezeiza, hubo demoras y cancelaciones. La medida de fuerza afectará a las empresas Aerolíneas Argentinas y Austral.
Los gremios APLA y UALA realizaron asambleas en horario de trabajo durante la jornada. En ellas, resolvieron un paro desde las 0 horas del sábado 5 de octubre y las 23:59 del domingo 6 de octubre. Como quedan tres días antes de la huelga, es posible que haya algún acercamiento y que el paro termine por levantarse. Pero por ahora, no habrá vuelos de Aerolíneas y Austral.
"Asambleas de pilotos de Austral y Aerolíneas Argentinas iniciadas este mediodía ya provocaron la cancelación de 45 vuelos de ambas empresas, afectando a más de 4.700 pasajeros. A las complicaciones derivadas de esta medida de fuerza se suman los inconvenientes provocados por el alerta meteorológico que rigió al mediodía en Aeroparque", sostuvo Aerolíneas Argentinas en un comunicado. Sin embargo, la continuidad de las asambleas por la tarde afectaron a más de 70 vuelos y el número de pasajeros superaba los 8.000.
Por su parte, la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) que encabeza Juan Pablo Brey, denunció este lunes "el atraso en las paritarias de los tripulantes de cabina en Aerolíneas Argentinas y Austral y la falta de convocatoria a una mesa de negociación salarial". "Teniendo en cuenta los acuerdos parciales de enero y junio, se nos adeuda la inflación del semestre abril-octubre, junto con una compensación por la enorme demora de la paritaria. La aerolínea se encuentra hoy a la deriva, sin conducción, y con autoridades incapaces no sólo de poner una oferta salarial en la mesa de negociaciones, sino más grave aún, de garantizar el funcionamiento ordinario de la compañía como el pago de salarios, ocasionándole daños incalculables", señaló Brey.
El sindicalista sostuvo que "pasados ya 11 meses de una ronda paritaria inconclusa, hecho inédito desde que en 2007 se reanudara este mecanismo anual de discusión salarial y convencional, la empresa muestra un absoluto desinterés en alcanzar acuerdos o brindar siquiera la más mínima certeza de cara al futuro inmediato". Además apuntó: "A esto se suma el desastre operativo generado por la falta de dotación en ambas áreas, con el consecuente perjuicio sobre la vida cotidiana de nuestros compañeros".
"Estas problemáticas fueron planteadas y discutidas hasta el hartazgo, chocando siempre con la decisión política de no acordar y llevarnos al conflicto intencionalmente para desgastarnos", dijo Brey. "A esta altura será sin dudas quien asuma la próxima gestión de la empresa, quién deberá como primera e impostergable medida, retomar nuestra demanda de recomposición salarial y cuestiones particulares de cada colectivo", precisó Brey.